Noelia Frye no anda con vueltas. Al Dr. Aníbal Lotocki, el falso cirujano plástico que acumula nuevas causas todos los días por la mala utilización de biopolímeros en sus operaciones, y quien intervino a Silvina Luna que hoy lucha por su vida en la terapia intensiva del Hospital Italiano, directamente le dice "Dr. Muerte".
Ella tenía 25 años cuando se fue a poner glúteos en el "centro de estética que tenía en 9 de Julio y Córdoba, escaleras arriba, que además era quirófano y el consultorio de él". Con el avance de las investigaciones en su contra, entendió que no tenían anestesista en el lugar, pero su recuerdo es que durante aquella jornada, de alguna manera, la durmieron.
Tampoco sabía que el profesional de la salud no era cirujano plástico. "Salían todos los días las famosas a decir que él era el gurú de la cirugía plástica y ni siquiera lo era", remarcó en diálogo con BigBang.
"Yo había visto en la pared que estaba habilitado. ¿Quién habilita un quirófano así? Dónde se van a poner implantes, hacer lipos. Es una cosa que no se entiende", protestó Frye. "Le pagué 3 mil dólares en efectivo en su escritorio, de lo cual no me dio recibo o nada. No firmé ningún consentimiento de la práctica", detalló.
Con la juventud de aquel entonces, Noelia todavía no había sufrido por el material tóxico que le introdujo Lotocki. Aunque eso no duró para siempre. "En 2013 me empezaron a salir granulomas y tenía mala circulación. Me dolían mucho las piernas. Yo en ese tiempo trabajaba de promotora, tenía que estar parada y llegaba a mi casa con los tobillos hinchados y no era normal. Consulté a un médico y me dijo que tenían problemas circulatorios. 'Acá tenés unas cosas raras', me dijo", recordó.
"En el 2020 me empiezan los primeros dolores de ciático. Estaba con mi marido en Buenos Aires y no me podía levantar de la cama. Me largué a llorar. Él trató de ayudarme, pero yo sentía que me estaban clavando un cuchillo", continuó la víctima. "Al otro año empiezan de nuevo los dolores, me hago una tomografía y me salta que tengo una pequeña hernia. A la mitad de 2021 otra vez. Y así estuve, entre rehabilitación, tomando cinco pastillas por día", expresó.
"Mi cola era como una araña pollito, me salía de la espalda. Parecía una mesa en la que podés poner un vaso o una copa. Una cosa rara, dura. Yo llegué con un bastón a Buenos Aires. Las 9 horas de avión fueron un parto. Tuve que tomar calmantes. Llegué entumecida, dolorida", relató Noelia, respecto al pronóstico que le dio su médico en la Argentina. "Él me revisó y me dijo que cuando me sentaba esto hacía presión sobre mis discos y que eso me tocaba el nervio de mi pierna derecha. Yo casi me muero. Me agarró un ataque de nervios", añadió.
Frye vive con su esposo en el estado norteamericano de Florida. Y allí tuvo que volver a buscar profesionales que le saquen los biopolímeros de su cuerpo. "Encontramos uno que me dijo que no era metacrilato, sino silicona líquida y me marcó los lugares donde lo tenía. Al final hicimos una operación de técnica cerrada donde me sacó todo lo que es por afuera del músculo y ahora tengo que esperar un año para ver qué es lo que quedó, y después sí me tienen que hacer una operación abierta y de ahí rehabilitación otra vez, y recién después vamos a ver si me tengo que operar la columna", precisó la mujer.
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"A mí me da pánico que siga ejerciendo la medicina Lotocki. Porque veo un asesino serial que nadie para. Me da miedo. Porque yo, dentro de todo, no estoy tan mal como Silvina. Pero me pone mal que no se hace justicia", reclamó Frye. "Justicia sería que vaya a la cárcel, que le pague el dinero que le debe a sus víctimas y que quede inhabilitado de por vida", propuso."Hay chicas que están siendo amenazadas y que no quieren hablar. 'Que te voy a denunciar, que te voy a sacar lo poco que tenés'. Porque encima eso, te tenés que bancar que actúe como un mafioso, que la AFIP no le caiga, que nadie diga nada. Si supuestamente debe tanta plata, ¿cómo vive en una mansión? Tiene como 42 juicios con empleados. ¿Nadie mira eso?", se preguntó la víctima.
Noelia también se refirió a la defensa que hizo el periodista Luis Ventura de Lotocki, y del supuesto libro que iba a publicar con información de los expedientes, que cubría al cirujano de las acusaciones en su contra. "¿Y dónde está eso? Yo lo sigo esperando. Es mentira. Hay algo que no cierra ahí. Yo no tengo nada en contra de él, pero si tirás la piedra y escondés la mano no vale", acusó. "Este señor no tiene consciencia. En este caso, habiendo tantos y tantos pacientes, dos muertes, Luna que está mal y Gabriela Trenchi también. Si él agarró dinero, yo no sé cómo duerme a la noche", confesó.
Al mismo tiempo, aseguró que lo de Silvina Luna le genera muchísima tristeza. "¿Qué le hizo al Dr. Muerte? ¿Qué le hicimos nosotros? Buscá la definición de asesino serial y va a salir la cara de él. Porque quedó demostrado que no le importa nada, que no tiene empatía por las pacientes", exclamó.
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Y luego, para graficar este ejemplo, describió un intercambio que tuvo con él, cuando estaba en su peor momento de dolores. "Yo una vez lo llamé para preguntarle qué me había puesto, porque estaba tan asustada, y me dijo: 'yo te puse metacrilato, si a vos te pasa algo es tu problema'. Y me colgó", recordó angustiada."La denuncia la voy a hacer en apoyo a las víctimas, a Gabriela Trenchi, a Cristian Zárate que murió. Porque, sinceramente, dinero de este tipo no quiero. Manchado con sangre de personas muertas. Y los casos que no sabemos", afirmó Noelia. No es que le sobre la plata. Ya tuvo que vender una camioneta que tenía en la Argentina, y también acaba de poner en venta su departamento aquí, para afrontar los gastos que tendrá por delante en operaciones y medicación.
"Yo decidí hablar porque tengo que contar mi historia. No quiero plata de ese mugriento, pero quiero que se haga justicia", insistió. "No sé si me conviene hacer el proceso legal, porque, según estuve mirando, debe muchísimo dinero, creo que arriba de 37 cheques, y supuestamente es insolvente", explicó.
A Noelia, en la intervención que le hicieron en EE.UU., le sacaron un 40 por ciento del material tóxico que tenía en su cuerpo. "Tengo que esperar un año más para ver si se puede sacar el resto. Me voy a tener que hacer varias operaciones en el resto de mi vida, para no quedar en una silla de ruedas. Yo me moriría si no puedo caminar. Ya pasé dos años con bastón y la pasé horrible", reconoció.
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La bronca porque la Justicia no avance es cada vez más fuerte en la vida de Frye. "Violencia de género, estafa, lavado de dinero, asociación ilícita, coimas. Acá hay de todo, un fiscal serio, se hace una fiesta con el Dr. Muerte. Porque hay tanto para ver que nadie ve y sólo lo saben las pacientes", ejemplificó."Yo me puse a investigar, porque él supuestamente va a presentar una quiebra ahora. ¿Dónde están los dólares que ganó por más de 10 años en Argentina? Yo saqué cuentas, a cuatro mil dólares por día y me da como 86 millones. ¿Dónde está esa plata? Porque él hacía dos o tres operaciones por día. Este tipo la tiene, pero la tiene afuera", calculó la víctima de Lotocki.
"No voy a parar hasta sacarme esto del cuerpo, porque sé que no va a venir nada bueno. Yo quiero vivir, no quiero estar en una silla de ruedas", prometió Noelia. El camino es largo, al igual que el sufrimiento. Ese que todas las víctimas de la persona que ella llama Dr. Muerte padecen día y noche.