Cansado del calvario que sufrían a diario él y sus cuatro hermanas, de 8, 7, 4 y 2 años, un adolescente de 12 buscó fuerzas en Dios y le escribió una carta pidiéndole que su mamá dejara de golpearlos día y noche. La misiva llegó a manos de un pastor evangélico, que no dudó en denunciar penalmente a la mujer de 28 años. Como consecuencia, la agresora fue detenida en el barrio Santa Rosa de Lima, al oeste de la capital de Santiago del Estero, luego de que le propinara una feroz trompada al menor en el rostro. Tanto el adolescente como el resto de sus hermanas ya se encuentran al cuidado de otros familiares.
La información fue dada a conocer por el sitio El Liberal, que describió el infierno que enfrentaron por años los cinco hermanos hasta que el pastor evangélico de 24 años y apellido Jiménez se animó a hacer lo que otros preferían ignorar: denunciar. Según describió, el pastor es dueño de una escuelita bíblica para niños, a la que bautizó con el nombre de la "Casa de Dios Kids". La misma está radicada en su domicilio y afortunadamente, el sábado llegaron las víctimas. De acuerdo con la denuncia, el religioso estaba preparándole la comida a los chicos cuando la madre de ellos interrumpió de forma violenta en el lugar y atacó al nene de 12.
A los gritos, le propinó un golpe de puño en el rostro al niño de 12 frente al resto de sus hermanas que observaban con temor. "Qué mier... hacen aquí, si ustedes están castigados", le recriminó la agresora a sus hijos, mientras continuaba atacando a golpes a sus hijas de 8 y a la de 4 años. Al darse cuenta de la situación, Jiménez intercedió en defensa de los chicos y al ver que la mujer no se calmaba, dio aviso al 911. Al llegar al lugar, el pastor denunció los reiterados abusos que los menores sufrían a manos de su madre e, incluso, llegó a revelar que la semana pasada ella le había gritado al mayor de sus hijos: "Andá a buscar una soga y matate...".
De acuerdo con el dueño de la escuelita religiosa, la mujer llegó a amenazar a su hijo que lo iba a matar. "Mirá, con este palo, si vos no te matas, yo te voy a matar", habría sido una de las tantas amenazas de la violenta madre. Según Jiménez, tanto él como los vecinos intentaron revertir los maltratos, pero la joven siempre les pedía que dejen de "meterse" en sus asuntos. "No se metan en mi vida, voy a criar a mis hijos como me criaron a mí, y si a ellos (los niños) no les gusta, que se vaya a vivir con el padre", fue una de las tantas respuestas de la agresora. Cuando llegaron los efectivos, la mujer ya se había llevado a sus hijos a su casa,
De hecho, el religioso advirtió que la madre se los llevó bajo la siguiente advertencia: "Ahora por culpa de ese pastor, la Policía va a venir, los va a llevar y los van a tirar en 'Púberes' o en cualquier lado donde se van a cagar de hambre, frío y los van a violar, así como me hicieron a mí". Además, el pastor también remarcó que la mujer no sólo no alimenta a los chicos como corresponde, sino que tampoco los higienizaba adecuadamente. Fue entonces que afirmó que, días atrás, el pequeño de 12 años le mostró una carta en la que le escribía a Dios y le pedía que su mamá dejara de maltratarlo y golpearlo tanto a él como a sus hermanas.
La causa quedó en manos de la fiscal Cecilia Gómez Castañeda, la cual pidió de inmediato una orden de detención en contra de la joven. La jueza de Género, hizo lugar al pedido de la funcionaria pública y con la orden, los policías detuvieron a la acusada, quien quedó alojada en la dependencia a disposición de la Justicia. Los niños quedaron al cuidado de familiares, pero la Fiscalía solicitó que tomara intervención la Subnaf para que reciban asistencia médica, nutricional y psicológica.
Tiene 10 años y fue sólo a la comisaría para denunciar a sus papás
Un caso similar ocurrió días atrás, también en Santiago del Estero. En Vinará, una localidad semirrural de la provincia, un nene de 10 años se presentó solo en la subcomisaría local vestido con el uniforme de su escuela pública, lo que causó sorpresa en los oficiales. El menor relató que sufría constantes maltratos por parte de sus padres, lo que activó una inmediata intervención de la Justicia bajo la dirección del fiscal Carlos Vega.
Aunque no se puede formalizar una denuncia por parte de un menor, los policías redactaron un acta en presencia de un testigo para registrar la declaración del menor. Según trascendió, el pequeño vive con su madre, su padrastro y tres hermanos menores, de 3 y 2 años, y un bebé. El paradero del padre biológico del niño es desconocido, y el padrastro trabaja en el sector gastronómico. Tras la denuncia, se llevó al menor y a sus progenitores a un médico para verificar las lesiones que el niño mencionaba.
El profesional médico encontró hematomas y golpes en diversas partes del cuerpo de la víctima, lo que dio paso a la versión de los padres, quienes alegaron que las marcas eran producto de "actos de rebeldía" del menor, quien, según ellos, se había escapado de casa en varias ocasiones. También explicaron que el nene estaba bajo tratamiento psicológico debido a los problemas de conducta que surgieron tras una reciente mudanza desde la Costa Atlántica a Santiago del Estero.
El fiscal Vega citó al psicólogo del pequeño y lo relevará del secreto profesional para obtener más detalles sobre el tratamiento del menor. Paralelamente, las autoridades están entrevistando a testigos, principalmente vecinos, que puedan corroborar o refutar las versiones de los padres. También se espera recibir informes de los maestros del niño. Además, se ha programado una Cámara Gesell para este lunes, donde se realizará una evaluación psicológica detallada del niño.
La Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia ha intervenido en el caso y está evaluando si es necesario retirar la custodia de la madre y buscar otros familiares que puedan hacerse cargo del menor, aunque hasta el momento no se ha encontrado a ningún familiar ampliado. Las autoridades reconocen que, aunque la investigación está en curso, no pueden tomar acciones definitivas hasta que los informes de los profesionales determinen lo que realmente sucede.
Esto implica que el niño, por el momento, debe seguir viviendo con las personas que ha acusado de maltratarlo, lo que añade gravedad a la situación. El Ministerio Público de la Defensa ha intervenido en representación del menor, y se espera que la Cámara Gesell y los testimonios de los testigos y profesionales sean clave para esclarecer el caso. Por el momento, la investigación está centrada en verificar lo que el menor expresó y la versión de sus padres.