06 Septiembre de 2016 05:24
No hay indicios para pensar que esté muerta pero a medida que pasan los días disminuyen las posibilidades de encontrarla con vida. Diana María Quer López Pinel, la hija mayor de una acomodada familia madrileña, de madre argentina, desapareció en A Pobra do Caramiñal, un pueblo de 10 mil habitantes al suroeste de La Coruña, España.
Se mantiene una alerta en distintos países para encontrar a la joven.
Desde el 22 de agosto pasado es buscada, pero no hay pistas que den con ella. Volvía de una fiesta popular hacia la casa donde veraneaba con su hermana y su madre, pero nunca llegó.
Se emitió una alerta internacional y la búsqueda ya se extendió a Polonia, Grecia, Portugal, Francia, Suiza y Bélgica.
PREOCUPACIÓN
La desaparición de la joven estudiante de segundo año de bachillerato contiene una trama de dinero, peleas familiares y misterio y se convirtió en objeto de interés de los principales medios de España.
Foto recuerdo. Su hermana, Valeria, la recordó en las redes.
La noche de su desaparición, la joven disfrutaba de las fiestas de la Virgen del pueblo en el parque central. Había tomado unas cervezas y charló con amigos de su edad. Según testigos, fumó un cigarrillo de marihuana con un joven marroquí. Pese a que la madre quiso pasarla a buscar con el auto, Diana María decidió regresar sola, cerca de las 2 de la madrugada.
Diana (madre) desesperada por no saber dónde está su hija.
Media hora después de haber emprendido el regreso por una solitaria ruta, Diana María mandó un mensaje a un amigo contándole que estaba asustada porque un gitano la seguía. Según declaró un testigo, luego del horario en que se registró la llamada, se la vio en dirección contraria a la que señaló a su amigo, cerca del parque, como si hubiera regresado.
A la mañana siguiente, al ver que su hija no regresaba, Diana presentó una denuncia policial. A su vez, Valeria, su hermana menor, abrió un perfil en varias redes sociales pidiendo ayuda a encontrarla. Uno de los de los primeros mensajes que escribió dejó entrever que mantenían una relación compleja.
“Si apareces, te juro que te mato, te mato a todos los besos y abrazos que no te he dado. Nunca me he portado muy bien contigo y a decir verdad, en estos momentos es cuando uno valora lo que tiene, cuando está a punto de perderlo, y si te pierdo a ti, me pierdo yo también. (...)”, escribió su hermana quien, como ella, tenía un pasado con episodios de fugas de hogar y trastornos alimenticios.
Los padres de Diana asistieron juntos en búsqueda de ayuda a los medios de comunicación, pero con el transcurso de los días su relación empeoró. Se mostraron molestos en los medios y tuvieron una dura pelea por lo que ahora cada uno se muestra solo y se lanzan acusaciones sobre descuidos y falta de cumplimiento de obligaciones de la crianza. Un juzgado de Familia resolvió retirarle a Diana la custodia de su hija menor. Entonces se desató entre ambos una guerra que por momentos ha puesto en un segundo plano la propia desaparición.
Juan Carlos Quer, padre de la joven desaparecida.
El padre de Diana, Juan Carlos Quer sostuvo que su hija “tenía amistades que podrían estar bordeando la ley”. Según Quer, Valeria, quién ahora está bajo sus cuidados, le contó que antes de desaparecer Diana, vivían una situación “tensa” en su hogar”. “Estaba en una situación vulnerable”, admitió y espera que pronto haya alguna novedad sobre el paradero de su hija mayor.
