El negativo prontuario del cirujano plástico Aníbal Lotocki empeora cada día más y ahora sus malas intervenciones médicas amenazan con ponerlo tras las rejas. Recientemente, el juez en lo penal Luis Schlegel lo procesó por homicidio simple con dolo eventual por la muerte del empresario Rodolfo Cristián Zárate, quien fuera intervenido para reducir el tejido graso en abril del 2021. Además, le emitió un embargo por 4,8 millones de pesos.
La causa podría derivar en una pena de hasta 25 años de prisión, con un mínimo de 8. En el camino deberán probar las acusaciones que tiene el médico en su contra, por lo que el magistrado pidió que en los próximos días se presenten a declaración indagatoria los cinco profesionales que intervinieron en la operación por la cual el fallecido pagó, en aquel entonces, 6.500 dólares.
La intervención se realizó en el centro de salud CEMECO del barrio porteño de Caballito, donde Lotocki habitualmente trabajaba. Como agravante se encuentra la situación de que la operación se hizo en el marco del peor momento de la pandemia de Covid-19, donde sólo las operaciones de alta complejidad estaban autorizadas. “En ese entonces, la ocupación de UTIS (Unidad de Terapia Intensiva) estaban alrededor del 95 por ciento”, detalló Schlegel en el fallo.
Justamente, según determinó la junta médica que intervino en el proceso, el CEMECO carecía de espacio de cuidados intensivos. Además, los profesionales aseguraron que el lugar no contaba con los requisitos sanitarios para ser utilizado como quirófano en una operación como la que le hicieron a Zárate.
Entre las acusaciones en su contra, también está la de haber alterado y adulterado la historia clínica del empresario, y la de haberle realizado una transfusión de otro paciente sin que se hubiera previsto extraerle sangre antes de la intervención quirúrgica.
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"Queda claro, cómo se concluyó en el informe, que un cuadro de elevado nivel de glucemia, como el que presentaba el paciente exigía repetir los estudios para poder determinar un diagnóstico diferencial entre diferentes cuadros que cursan con aumento de glucosa en la sangre (hiperglucemia), insulinoresistencia, síndrome metabólico, diabetes II. La Junta Médica, a su turno, hizo notar que los estudios que debían realizarse de acuerdo al estado del paciente no fueron solicitados en el prequirúrgico", argumentó el magistrado."Lo expuesto demuestra verosímilmente evidente que Lotocki estaba apurado por intervenir a Zárate para percibir sus honorarios profesionales en dólares por si acaso el Gobierno volvía a instaurar una cuarentena como la de 2020”, añadió Schlegel.
Ahora resta que se confirme el proceso, el cual es sin prisión preventiva. En caso de hacerse, Lotocki volverá a enfrentar un juicio oral y público. Por esta acción ilegal, el cirujano ya había estado tras las rejas. Al menos hasta que la Sala 4 de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal porteña le dio el beneficio de salir en libertad a intercambio de una fianza de 5 millones de pesos, tras confirmarse que el médico no tenía peligro de fuga ni de intervenir en la investigación.
La pericia por el homicidio de un empresario dejó a Lotocki contra las cuerdas
El polémico cirujano plástico ya tiene condenas por los daños que le causó a Stefanía Xipolitakis, Silvina Luna, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa, quienes lo denunciaron por haber utilizado metacrilato en las respectivas operaciones que les realizó, en cantidades abultadas. Este proceso penal terminó en febrero de 2022 con una condena de 4 años de prisión, la cual le otorgó el juez Carlos Rengel Mirat, del Tribunal Oral y Correccional N°28 de la ciudad de Buenos Aires.Justamente Luna está camino a recibir un trasplante hepático por los daños que le realizó la sustancia que metió Lotocki en su cuerpo. Además, recientemente Fran Ibáñez -más conocido como Fran Mariano-, ex participante de Cuestión de Peso, reveló cómo le quedó su cuerpo luego de someterse a una intervención por parte del procesado.
"En el quirófano me habían anestesiado mal", denunció el mediático en otra entrevista con Nosotros a la Mañana que le realizaron la semana pasada.
"Me levanté en la mitad de la cirugía, sentía las jeringas que me hacían ruido como cuando pinchás una salchicha”, continuó. "Me levanté con los pómulos hechos cuando yo le había dicho que no los quería. Lo que me inyectó en la boca no se me va más", lamentó, y añadió que Lotocki le había causado un problema en la vista al inyectarle "aceite de motos", lo que le afectó su visión y lo obligó a usar lentes de contacto.
Cómo fue la muerte de Cristian Adolfo Zárate
Cristian Adolfo Zárate, de 50 años, tenia un hijo de 16 años y se dedicaba al rubro de la construcción cuando se sometió a una dermolipectomía, cirugía estética en el abdomen, a cargo del polémico cirujano en la clínica CEMECO, ubicada en la calle Colpayo, Caballito.De acuerdo con su familia, Zárate se descompuso al día siguiente de la intervención por un sangrado interno y externo, y una “excitación fuera de lo normal”. Ya en ese momento, el hombre había sido intubado para estabilizarlos a causa de una descompensación previa y finalmente terminó falleciendo tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Además de Lotocki, por el hecho hay otros 8 imputados que forman parte de la clínica privada que el cirujano había alquilado.
Según el fiscal Pablo Recchini, durante la dermolipectomia del empresario no se tuvieron en cuenta muchas cuestiones médicas y de protocolo. La definición que dio Recchini fue que hubo un "sinfín de omisiones", en relación a los antecedentes médicos con los que contaba el paciente, quien había tenido Covid-19, además de ser diabético y fumador.
De acuerdo al dictamen emitido por la fiscalía el 12 de abril, Lotocki "no cumplió debidamente con los consentimientos informados, no realizó los procedimientos quirúrgicos en diversas etapas y por el contrario, los concentró en un mismo acto, no monitoreó al paciente de cerca una vez finalizada la intervención, no reservó unidades de sangre prevista para el paciente en caso de complicaciones y debió recurrir a dos unidades de plasma reservadas para otra paciente".
En otro tramo del escrito se afirmó que la clínica donde se realizó la intervención contaba con "serias infracciones legales e irregularidades administrativas", en referencia a que carecía de un profesional con el cargo de director médico, además de una Unidad de terapia intensiva propia para hacer frente a eventuales inconvenientes.