Big Bang! News
Más

Argentino muerto en Brasil: la detective anónima que investiga el móvil del crimen

Marcelo "Conejo" Rey fue asesinado a golpes por un brasileño. Quién es la argentina que decidió iniciar una investigación paralela. ¿Homicidio por odio o cadena de negligencias?

por Gisela Nicosia

03 Noviembre de 2016 09:23
1552079670931
1552079670931

María surfeaba desde el amanecer, como lo hacía siempre. Salió del mar y al rato se encontró con un amigo italiano. La playa estaba llena de gente y las fiestas en los bares estaban por terminar. Su amigo tenía un gesto extraño en el rostro. Luego de saludarlo, se enteró de la noticia que en pocos minutos llegó a los oídos de los 7 mil habitantes del Morro de São Paulo-Cairu, en Brasil.

El argentino Marcelo Gabriel “Conejo” Rey había muerto. Lo primero que se supo es que lo habían golpeado brutalmente. Los que lo conocían y lamentaban su muerte también se enteraron que Enrique Montomino, miembro de la Policía Civil, fue señalado como el presunto asesino. María, sin haberlo imaginado, se convirtió en una pieza importante del caso: esta argentina radicada hace siete meses en esa zona paradisíaca inició una investigación paralela para que el crimen no quede impune.

El joven de 38 años, festejando con una sonrisa.

En el barrio, a Montomino se lo conocía por su fuerte carácter y por ser agente de la Policía Civil. Además, según los testigos, frecuentaba los bares en búsqueda de revendedores de cocaína, que alimentaban su adicción. Rey, en cambio, era muy querido, considerado un gran trabajador y responsable. 

La pelea fue en la vereda del bar.

La versión que ahora está en duda

¿Cuál fue el móvil del crimen? En principio, un medio brasileño informó que el motivo del asesianto se debía a que Montomino le recriminaba a Rey que le "robaba trabajo a los lugareños", ante la gran presencia de argentinos que buscan empleo en esa zona potenciada por el turismo constante durante todo el año.

Desde el anonimato, con interés en conocer qué sucedió, María no se quedó quieta. El miedo ronda por el Morro de São Paulo-Cairu y, cansada de eso, comenzó una investigación paralela a la oficial.  

Rey golpeado y mal herido fue llevado a una salita precaria.

"Estaba movilizada porque no podía entender que sea por odio hacia nosotros, o que alguien piense que le quitamos el trabajo. Tengo buena relación con todos y se lo bueno y responsable que era Conejo. Quería saber qué pasó", resumió en diálogo con BigBang

María, en la tarde de ayer, recorrió las playas, fue a los bares, donde trabajaba Conejo y donde se lo vio discutir con Montomino, y entrevistó a los testigos. También fue a la sala de auxilios donde fue atendido Rey y visitó las comisarías.

Sacó fotografías de cada lugar y prepara una presentación testimonial de los datos recabados ante el Consulado para exigir justicia, salud y más seguridad.

RELATO REVELADOR 

Según la reconstrucción de los hechos, "Conejo" estaba en el bar Piedra sobre Piedra tomando en una mesa junto a Montomino. Al parecer, ambos estaban un poco eufóricos y entre broma Enrique le pegó un sopapo a Rey y el dueño del bar les dijo que se vayan. En la puerta, tuvieron un cruce de palabras y una patada lo derrumbó. 

"Un testigo vio la patada, y otro ve que al caer se golpea la cabeza". Luego de eso, Montomino huye después de comprobar que Conejo estaba mal herido. Lo que se difundió como un asesinado de odio, ahora podría revisarse y considerarse una muerte accidental, con abandono de persona, a partir del testimonio de María.

Enrique Montomino, el hombre que señalan los testigos como el homicida.

Un joven se acercó para ver cómo estaba Rey y logró responderle luego de unos minutos que "le dolía la cabeza". Como pudieron, un carrito lo llevó a una sala de urgencias, en la que se negaban atenderlo porque sospechaban que estaba ebrio. "La atención fue mala, es un desastre el lugar y las condiciones son pésimas", sumó.  Pero ya era tarde. El médico confirmó su muerte. Y todo empeoraba. 

"La atención al Conejo fue mala, es un desastre el lugar y las condiciones son pésimas

Tampoco fue fácil hacer la denuncia. Los amigos se acercaron a la comisaría de la policía militar y éstos los derivaron con la Policía Civil y al ir allí, la oficina estaba cerrada. Cuando volvieron con la Policía Militar y también había cerrado sus puertas. Esto no es casual, si se considera que Montomino es el marido de la hija del jefe principal a cargo de la Policía Civil. 

QUIÉN ES EL ASESINO

Enrique Montomino pertenece al cuerpo Policial Civil. Su pareja, llamada Dalma, es reconocida en la zona como la que vende trufas en la plaza de Morro. Ambos son padres de un niño pequeño, pero los que lo conocen, no precisaron la edad. Ahora están prófugos y pese a que algunas personas fueron hasta su casa, no lo encontraron. 

El "Conejo" tenía 38 años. 

Marcha y pedido

"Todos los días matan a alguien y luego vemos a los asesinos caminando como si nada”, dijo la argentina, y repasó que antes de ayer asesinaron a otro joven en medio de un robo y la semana pasada ocurrió un femicidio.

"Todos los días matan a alguien y luego vemos a los asesinos caminando como si nada

"Necesitamos seguridad, salud y más protección. Exigimos que las autoridades hagan algo urgente porque pasan cosas, todos lo saben y no se dice nada", sostuvo y siguió. La invitación se completa solicitando que los que se sumen lleven velas blancas para encenderlas en la plaza.  Además, difunden el número de cuenta bancaria en la que reciben donaciones para reunir 14 mil reales para poder repatriar los restos del joven fallecido. 

1500004600005461296946 banco HSBC a nombre de Gonzalo Carniel.  Para enviar el comprobante del depósito, por favor, hacerlo a [email protected]

“No hay patrullaje, no hay seguridad. Matan personas todos los días y no hay justicia. El lunes a las 17 hs nos juntaremos a reclamar Justicia por el Conejo y por todos nosotros a lo que sumaremos los detalles de la investigación. La concentración será en Plaza del Morro”, contó María. Nunca pensó que iba a quedar en medio de un caso policial que conmueve a un lugar paradisíaco que estaba lejos de convertirse en un infierno.

10