02 Noviembre de 2016 04:36
Odio, ira y un desenlace letal. La esperanza de encontrar un mejor presente, un trabajo y la combinación de vivir con la playa, el buen clima y la alegría brasileña, terminaron mal. Marcelo Gabriel “Conejo” Rey dejó su Lanús natal hace tres años para instalarse en Brasil, pero no volvió: lo asesinaron a golpes por "robarle el trabajo" a los locales.
"Conejo" junto a dos amigos.
El hombre de 38 años trabajaba en el bar "Pedra sobre pedra" ubicado en la isla turística Morro de São Paulo-Cairu. Si bien mantenía una buena relación con la gente de la zona, Gabriel fue atacado ayer a golpes por Enrique, un bahiano conocido del lugar, quien lo acusó de haberle quitado el trabajo a los brasileños.
La imagen de Rey luego de los golpes, sin vida.
Enrique lo increpó, empujó y Rey se desmayó ni bien recibió el primer golpe. Según cuentan los testigos, el agresor estaba alcoholizado, "fuera de sí" y "con odio acumulado". La golpiza fue tan fuerte que, cuando lograron separarlo del argentino, ya era tarde.
Mientras Rey era trasladado a la salita de emergencias en la que se confirmaría su muerte, el isleño se alejó de la escena del horror.
OJO DE LA TORMENTA
“Conejo”, tal como lo llamaban sus conocidos, era empleado de Gastón Corniel, otro argentino que se instaló en la zona. Según trascendió, el agresor había expresado en otras oportunidades su descontento por los argentinos que trabajaban en los comercios, bares y centros turísticos.
Pedra sobre Pedra, el bar donde ocurrió la golpiza fatal.
Morro de São Paulo-Cairu está ubicado a dos horas de Salvador, es el sitio turístico más grande de la bahía y tiene una abultada comunidad de argentinos. El conflicto por el aumento de los turistas que se convierten en residentes y encuentran puestos laborales en áreas donde antes había personas locales trabajando está instalado desde hace tiempo y con la muerte de Rey se despertó el interrogante de cómo seguirá la situación de ahora en más.
