Condenaron a 15 años de prisión a una maestra jardinera acusada de haber cometido durante el 2018 los delitos de "abuso sexual, corrupción de menores, exhibiciones obscenas y producción de imágenes de abuso sexual infantil" contra sus alumnos del jardín Domingo Faustino Sarmiento de la localidad cordobesa de Viamonte, donde ella trabajaba.
Según se pudo comprobar durante el debate oral, la maestra Mariela Griselda Ríos, de 43 años, proponía durante sus clases a alumnos de entre 5 y 6 años que se desnudaran para luego manosearlos, tomarles fotografías y filmarlos.
El proceso de enjuiciamiento estuvo a cargo de la Cámara Segunda del Crimen de Río Cuarto y, después de la declaración de los padres y de las explicaciones que brindó la psicóloga que entrevistó a los menores, se resolvió condenar a la docente a 15 años de prisión.
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La mujer fue acusada de haber cometido los delitos de "abuso sexual, corrupción de menores, exhibiciones obscenas y producción de imágenes de abuso sexual infantil", en todos los casos agravados por su condición de docente a cargo de los menores de edad, por lo que además se determinó que reciba tratamiento psicológico.El juez de la causa, Emilio Andruet, dijo al medio Cadena 3 que fueron “hechos muy fuertes” y que la persona “había cometido los hechos conforme a la prueba”. “Lo que hacía era sacar las ropas de los niños y hacer movimientos eróticos. A eso lo filmaba y les sacaba fotografías”, describió.
Los hechos denunciados ocurrieron entre marzo y noviembre de 2018 en el jardín de infantes Domingo Faustino Sarmiento, de Viamonte, en el departamento cordobés de Unión, y según se probó en el juicio la docente enviaba por celular el material fotográfico a su novio, quien vivía en la ciudad bonaerense de Mar del Plata.
De hecho, los niños aseguraron conocer a "Jordan", ya que la maestra también los obliga a ellos a que llamaron por teléfono al hombre. Según se pudo establecer, la acusada le pedía a los nenes que se sacaran a la ropa, y si lo hacían sin contar nada en su casa, a cambio les daba golosinas y chocolates. En general, estas aberrantes situaciones ocurrían en la dirección (cuando la directora no estaba), en el patio y hasta en el baño.
Una de las madres del jardín contó que tuvo conocimiento de lo que pasaba cuando empezó a notar que su hija tenía actitudes raras y se negaba a ir al jardín. Otro de los padres contó ante los jueces que su hija se escondía debajo de la mesa cada vez que le querían sacar fotos, lo que también le llamó la atención.
Por su parte, de manera online, Ríos negó los cargos y afirmó que los chicos estaban vestidos cuando tomó las fotos y que estaban destinadas para los festejos de fin de año del jardín. La mujer siguió todo el procedimiento desde la cárcel de Río Cuarto, donde quedó alojada tras ser denunciada.
Al finalizar, el fiscal Julio Rivero, a cargo de la causa, también pidió que se investigue a la directora del establecimiento educativo y al presunto receptor de las imágenes, con el objetivo de determinar eventuales responsabilidades penales en los hechos.