16 Junio de 2022 17:37
La noche del 21 de septiembre de 2021, la Plaza San Martín, en el centro de General Roca, provincia de Río Negro, fue el escenario de un crimen abominable. Un hombre que paseaba por el lugar, atacó a patadas a un perro adulto, llamado Byron, de raza Terranova y que se había escapado de su casa. Tras los golpes, convulsionó y murió a los pocos minutos.
Hace pocas horas, el juez Mariano Camarda declaró penalmente responsable a Marcos Abdala, el asesino del animal y lo condenó. La pena del juicio oral y público, que quedó en suspenso, será dada a conocer en dos semanas. Se estima que aunque no irá a la carcel, la condena será de entre 15 días y un año de prisión en suspenso.
Tras el crimen, ocurrido hacer un año, los proteccionistas de animales realizaron marchas y escraches. Por entonces, Stefania Anaya, de la agrupación Huellas Callejeras, le había contado al sitio Bariloche opina: “Byron fue ejecutado con patadas letales. Según la versión del sujeto autor de este delito, el perro que estaba perdido, quiso atacar a su mascota y fue por eso que él la defendió. Por otra parte testigos presentes quienes se han sumado a la denuncia dijeron que, al principio, lo pateó una vez y luego lo remató con una segunda patada.
Y agregó: “Este hombre practica kickboxing junto a su novia quien también estaba presente. El individuo se quedó en el lugar pidiendo disculpas y diciendo que no lo había hecho intencionalmente, lo cual resulta poco creíble. Cualquiera que practique este tipo de deportes de contacto fuerte, debe conocer sus limitaciones, y si no las conoce es un peligro o simplemente no le importó, total era un perro”.
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Durante el juicio, esos 15 testigos que esa noche paseaban por el lugar y vieron el ataque y la muerte del perro, contaron que fue Abdala quien lo mató sin que el perro ataque a su mascota. Tras una investigación, la Justicia pudo determinar que Abdala caminaba con dos mujeres por la plaza de la calle Mitre, una de ellas llevaba a un cachorro con una correa, cuando Byron los sorprendió por detrás. Pero en ningún momento atacó a la mascota.
También se determinó que fue Abdala quien le pegó al perro. Tras la autopsia se determinó que Byron murió por “un desgarro en el hígado provocado por una patada que le dio el imputado”. En cuanto al ataque del hombre, se reconstruyó que le dio al menos una patada en el abdomen a Byron, que caminó unos metros, cayó en la vereda, convulsionó y murió en un minuto por una hemorragia interna.
La defensa de Abdala aseguró que las patadas fueron una “acción necesaria en defensa de su cachorro”. Pero tras la declaración de los veterinarios y de los testigos, el juez concluyó que Byron murió como consecuencia de la lesión interna generada por el fuerte traumatismo generado por, al menos, una patada. Además, en su condena, el magistrado dejó en claro que el imputado “tenía alternativas para salir de una hipotética situación de peligro sin causar daños”.
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En sus fundamentos, el juez Camarda aseguró: "La situación de peligro no se apreció inminente, puesto que más allá de la entendible reacción del cachorro al acercarse subrepticiamente un perro del tamaño de Byron, y que esto pudo haber atemorizado también al acusado y a sus acompañantes, ningún testigo hizo mención a una actitud hostil por parte de Byron que pusiera efectivamente en peligro la integridad física del cachorro".
Y concluyó: “La patada no fue provocada por el solo espíritu de perversidad del acusado. El imputado no lo hizo por una tendencia sádica o experimentando placer al hacerlo. Pero fue una conducta desmedida, violenta y a todas luces dañina, encuadrada penalmente en un acto de crueldad contra el animal, ya que, afirmó, no tuvo justificativo por más súbita y repentina que haya sido la aparición de Byron”.