La noticia más shockeante en Mar del Plata, esta mañana, era que una mujer y su hija de 9 años habían sido baleadas desde un automóvil en movimiento mientras iban a la playa.
Según la mujer, el hecho había ocurrido en la esquina de la avenida Camet y Fray Luis Beltrán.
Sin embargo, el relato de la víctima, identificada como Alicia Mambreani, fue recibido con sospechas por la Policía. Y lo cierto es que horas más tarde se descubrió que el hecho no había sucedido según lo ilustrado.
Luego de revisar las cámaras de seguridad de la zona donde supuestamente había ocurrido el hecho, se notó que no había ningún registro. Ante la revelación, los policías confrontaron a la mujer, quien terminó confesando la verdad.
Ajuste de cuentas
Así, se determinó que el ataque a balazos sí sucedió, pero tuvo como escenario el hogar de las víctimas. Y el destinatario real de los disparos era el novio de Mambreani, Ricardo Becerra, un convicto fugado del penal de Viedma en julio del año pasado.
De esta manera, el caso de repente se transformó en un ajuste de cuentas y la mujer quedó acusada de falso testimonio por el fiscal de la causa, Fernando Castro.
Ricardo Becerra, el prófugo hacia quien estaba dirigido el ataque.
Tanto Mambreani como su hija fueron heridas en el ataque. La pequeña de 9 años presentaba un orificio de bala en una de las piernas, mientras que su madre recibió dos disparos: uno en la rodilla y otro en el tobillo.