Más
Policiales

Bajó a su hija de un micro porque viajaba un femicida descuartizador

Pablo Cuchán, condenado por asesinar, descuartizar y prenderle fuego a Luciana Moretti, subió ayer a un micro en Bahía Blanca. La reacción de los pasajeros.

15 Mayo de 2017 11:10
1552081271074

Ana Canullo fue ayer a despedir a su hija Emilia a la terminal de micros. Habían pasado juntos el fin de semana en Bahía Blanca. Ahora ella tenía que volver a La Plata. Cuando subió al micro de la empresa Plusmar, junto con una amiga, Emilia se encontró con un personaje tristemente célebre: nada menos que Pablo Cuchán, un femicida condenado a 17 años de prisión por haber asesinado, descuartizado y quemado a Luciana Moretti, una chica de 15 años en Monte Hermoso. Cuchán cumplió dos tercios de la condena y está en libertad por buena conducta. Ana decidió que su hija no viajaría con un femicida. Emilia y su amiga estuvieron de acuerdo. En el mejor de los casos, un viaje en micro entre Bahía Blanca y La Plata insume ocho horas. 

Pablo Cuchán estuvo preso 11 años por matar a Luciana Moretti y quedó en libertad.

"Horrible lo que acaba de pasar. Nos dimos cuenta en la terminal, que el femicida Cuchán viajaba en el mismo bondi que mi hija Emilia. Pedimos que lo bajaran, le grité asesino. Vino la cana hablaron con él y dijeron que no lo podían bajar. Hubo gente que también gritó. Unos tacheros lo quisieron bajar. En definitiva, mi hija y otra chica se bajaron, pierden un día de clase, ese hijo de yuta viaja como quiere, porque la "justicia" le dio la libertad", escribió Canullo en su muro de Facebook.

"Nosotros lo conocimos y la gente no sabía que el tipo que staba ahí. yo les dije Ustedes estaba con un femicida. Nosotros dijimos que si no lo bajaban no viajaba, La pedimos a la empresa que nos reconociera el pasaje, y tiene que viajar hoy", cuenta Canullo, en diálogo con BigBang. "Yo le grité de todo, y el tipo inmutable, absolutamente nada. Hablamos con los choferes, ellos dijeron que no tenían facultades para bajarlo". 

-Entiendo su preocupación. Ahora, ¿qué se puede hacer si Cuchán está sujeto a derecho?

-Él tiene derecho a viajar, pero yoo tengo derecho a que mi hija no viaje con un asesino. Queda la condena social. 

 "Gracias al patriarcado, otra vez, Pablo Cuchán vive libre y yo me tuve que bajar de un bondi para no viajar con él", escribió  Emilia Alende, que se bajó del ómnibus para no compartir viaje con Cuchán

Cuchán fue descubierto recientemente en la app de encuentros Tinder, donde creó el usuario  Pablo37.  La situación es compleja, porque -aunque es absolutamente comprensible el espanto de la madre ante la posibilidad de que su hija viajara con un femicida- lo cierto es que para la Justicia cumplió con su condena y está en libertad condicional. 

Luciana Moretti. La Justicia estableció que Cuchán la mató, descuartizó e incineró.

-Sergio Zaninelli, amigo de Ana Canulla, estaba de casualidad en la terminal y se involucró en los hechos. 

-Subí al colectivo, él estaba en el segundo piso, y le grité varias veces asesino. Después me dirigí a los pasajeros de arriba y abajo preguntándoles si sabían que viajaban con un asesino... Todos sabían pero nadie bajo a excepción de las dos chicas.  

-¿El resto de los pasajeros no decía nada? ¿Para ellos era normal?

-Se mostraban dubitativos. No creo que fuera un viaje normal pero les pesaba que si se bajaban capaz que perdían el bondi. Ninguno agredió a quienes puteaban a Cuchán, pero tampoco lo puteaban a él. La condena judicial la tiene resuelta. La condena social tiene que seguir. Lo lógico tendría que haber suido que los choferes se sumaran. Yo subí al colectivo, lo miré, le dije cinco o seis veces asesino. Una reacción colectiva hubiera sido lo lógico. La Justicia tiene sus tiempos objetivos, pero lo que hay que hacerle saber es que la condena social va a seguir de por vida. No hay que dejarlo vivir tranquilo. El tipo es bicho, llegó a último momento al micro, cuando estaba por salir. Yo también comprendo a la empresa. Si se hubiera bajado todos, se queaba ante la disyuntiva de viajar con Cuchán solo o suspender el viaje.