Hace un año, la triple fuga de Victor Schillaci, Cristian y Martín Lanatta, los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez, se convertía en un hecho cuasi cinematográfico. En su huida los enfrentamientos se sucedían, pero el ocurrido el 7 de enero de 2016 con gendarmes en Santa Fe marcaría el fracaso de las fuerzas de seguridad. Fue el segundo choque de los prófugos con la policía: antes habían baleado y herido a dos policías bonaerenses.
La persecución no solo evidenció las falencias de las fuerzas de seguridad (los tres prófugos eran buscados por más de 800 policías), sino también la falta de coordinación entre los distintos organismos, en este caso del Ministerio de Seguridad de la Nación y la Policía de Santa Fe.
Mientras 800 efectivos buscaban a los prófugos que escaparon del penal de General Alvear el 27 de diciembre de 2015, las sospechas y los datos falsos se extendían en diversos puntos del país. Cuenta de ello es que el día previo al segundo tiroteos apareció el dato de que los tres evadidos se encontraban en Misiones.
Unos 800 efectivos buscaban a los prófugos.
Desde la cúpula de Seguridad la Justicia Federal comenzaba a investigar la supuesta protección de los tres acusados por parte de otras organizaciones narcocriminales y era detenido nuevamente al jefe de Seguridad de la cárcel de General Alvear, César Luis Tolosa.
Hubo dos tiroteos en el lapso de dos horas. El primero se produjo en San Carlos, Santa Fe, precisamente entre los prófugos y Gendarmería. El segundo, se detectó a 10 kilómetros del lugar, dos horas después, situación que llamó la atención a la Policía de Santa Fe, debido a la poca distancia entre ambos.
Lanatta asegura que los gendarmes le tiraron a matar.
En el primero de ellos, tres efectivos resultaron baleados con heridas de distinta consideración y los prófugos circulaban en una camioneta blanca con la cual se escaparon hacia una camino rural.En el segundo tiroteo miembros de Gendarmería confunden la Berlingo donde viajaban oficiales con el vehículo donde estaban los prófugos.
"El plan de gendarmería fue matarnos. Por eso la Berlingo tenía más de 50 tiros", dijo Martín Lanatta a BigBang tiempo después. "Cuando les tiré, no les tiré a matar", aclaró con respecto al primer enfrentamiento.
Luego de este confuso episodio, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación ordenaron que la Policía de Santa Fe abandone la investigación, acción que evidenciaba la desconfianza que existía debido a la supuesta convivencia de este organismo con el narcotráfico.
En el caso de la fuga y escape las fuerzas de seguridad fueron puestas en jaque.
Por estos enfrentamientos los prófugos que fueron recapturados el 11 de enero enfrentarán un nuevo juicio. El fiscal Estanislao Giavedonva pedirá 15 años por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, portación ilegal de arma de fuego y robo calificado.