01 Octubre de 2018 10:15
La Justicia de La Plata condenó a los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y a Víctor Schillaci, a siete años y seis meses de prisión por su fuga del penal de General Alvear, ocurrida en diciembre del 2015.
Los Lanatta y Schillaci huyeron del penal de General Alvear en el 2015.
Según el fallo, la versión del hecho que dieron los acusados "no resultó creíble casi en su totalidad". Para el abogado de los imputados, Pedro Martínez, los detenidos no se fugaron, sino que fueron instados a abandonar el penal. "Fue una apertura de puertas. Si te dicen 'te vas o te mato', te tenés que ir", explicó.
LA FUGA
Ocurrió la madrugada del domingo 27 de diciembre de 2015. Aunque aún es materia de investigación el contexto en el que salieron de la Unidad N° 30, el guardiacárcel que se encontraba de turno la noche en la que abandonaron la prisión quedó detenido.
La Unidad Penitenciaria N° 30, ubicada en General Alvear, era considerada de “máxima seguridad”.
Una de las versiones señala que en un primer momento huyeron a bordo de un Fiat 128 que le robaron a uno de los empleados del Servicio Penitenciario. Y que incluso, habrían utilizado una réplica de un revolver, de madera, para amedrentar a los guardiacárceles.
Días después, la gobernadora María Eugenia Vidal anunció la remoción de las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense. Mientras tanto, los condenados no aparecían, a pesar del operativo montado con más de 800 policías, rastrillajes y búsquedas por cielo y tierra.
El video completo del ataque de los profugos a la policia en Ranchos pic.twitter.com/Dyu7QeLRnd
- Juan Meiriño #23D (@jmeirino)
BALACERA EN LA RUTA
La madrugada del jueves 31 de diciembre, un episodio alertó a las autoridades. Los Lanatta y Schillaci circulaban en una camioneta 4 x 4 a toda velocidad cerca de la localidad bonaerense de Ranchos, cuando los pararon en un control policial. Sin mediar palabras, bajaron del vehículo y balearon a los dos efectivos de la Policía que se encontraban allí.
Ambos oficiales debieron ser trasladados de urgencia, primero a Chascomús, y luego hacia la Capital Federal, donde fueron operados. La policía herida, Lucrecia Yudati, le relató a su esposo que escuchó no menos de diez disparos. El ministro de Seguridad provincia, Cristian Ritondo, confirmaba horas más tarde que se trataba de los tres prófugos más buscados del país.
Lucrecia Yudati, la oficial de la Bonaerense herida, tiene 33 años y es madre de una nena.
Aunque ya estaba en marcha un enorme operativo para dar con los tres condenados, no lograron hallarlos. Habían conseguido una camioneta y dinero, pero carecían de una estrategia clara. Esa mañana, además, se supo que pasaron varias horas en la casa de Alejandro Melnyk, amigo de Schillaci, quien quedó detenido, y confesó que los alojó y les dio dinero.
UNA VISITA MUY PARTICULAR
Luego de balear a dos efectivos de la Bonaerense, y mientras que se hablaba de negociaciones para que se entreguen y regresen a prisión, Cristian Lanatta habría visitado a su ex suegra a quien le robó una camioneta Kangoo blanca. Horas más tarde, la mujer denunció el hecho ante la DDI de Quilmes. La ex mujer de Lanatta, Ana Laura Montiel, relató que desde que huyeron de la cárcel de General Alvear, era la segunda visita que le hacían.
A la izquierda, Cristian Lanatta, junto a su hermano, Martín, ambos condenados por el Triple Crimen.
La primera, fue tan sólo unas horas después de escapar: allí le pidió dinero, según relató Montiel. La abogada de la ex de Lanatta, Némesis Da Silva, aseguró que en el segundo encuentro, la mujer le entregó las llaves de la camioneta luego de que la amenazara con un arma.
ALLANAMIENTOS Y CAMBIOS EN LA DDI DE QUILMES
En los últimos siete días, hubo más de 40 allanamientos con el objetivo de hallar a Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci. Además, se realizaron decenas de operativos de rastrillaje y la Policía Bonaerense desplegó la búsqueda con más de 800 agentes. Sin embargo, hasta ahora todos los resultados fueron negativos.
Los tres condenados parecen haberse escondido bajo las baldosas. Y la búsqueda, para las autoridades de la provincia, también tuvo algunas falencias. Por eso el Ministerio de Seguridad decidió desplazar al titular de la DDI de Quilmes, a cargo de hallar a los tres condenados a perpetua por la muerte de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, en 2008.
El Ministerio de Seguridad removió a la cúpula de la DDI de Quilmes por irregularidades en la investigación.
La decisión de Ritondo se dio luego de comprobar fallas en los operativos de rastrillaje y posibles comunicaciones de uniformados de esa Departamental con gente cercana a los delincuentes prófugos. Incluso, el ministro había hablado en las últimas horas del “submundo de Quilmes” y la relación con Aníbal Fernández, quien a su vez le respondió sin pelos en la lengua: “La falta de avances tiene que ver con la impericia y la inutilidad del gobierno bonaerense. Están haciendo todo mal. No tienen idea”.
La medida impulsada por el Ministerio de Seguridad provincial puso en funciones a Daniel Cantarini, que viene de la DDI de La Plata.
CRUCES, CHICANAS Y CRÍTICAS
Por si el episodio no fuera lo suficientemente oscuro, a lo largo de los siete días hubo varios cruces entre Aníbal Fernández, Ritondo y Vidal. Ocurre que el ex jefe de Gabinete había sido señalado por Martín Lanatta como uno de los responsables de la mafia de la efedrina durante una entrevista con el programa PPT, en medio de la campaña electoral bonaerense, en agosto pasado.
Aunque Vidal le pidió a Fernández que “se llame al silencio”, el ex funcionario no le hizo caso. Criticó la investigación y también a los nuevos funcionarios de la administración bonaerense. “Más vale que los capturen vivos y vuelvan al penal, porque si no los responsables serán Vidal y Ritondo”, aseguró Fernández.
Y las respuestas no tardaron en llegar. Ritondo relacionó al ex jefe de Gabinete con la fuga de los hermanos Lanatta y Schillaci. “Tiene que dar muchas explicaciones por la causa de la efedrina”, respondió el ministro de Seguridad de la provincia, quien aseguró que Fernández tiene “la costumbre de ensuciar la cancha”.
Pero no todo terminó ahí. El ex jefe de Gabinete salió nuevamente con los tapones de punta y volvió a desligarse no sólo de la fuga, sino también del Triple Crimen de General Alvear. Además, “invitó” por Twitter a Ritondo a realizarse una rinoscopía. Se trata de un examen que sirve para detectar el consumo de cocaína.