por Alejo Paredes
22 Diciembre de 2020 12:39La denuncia impactó, no sólo por la crudeza del hecho, sino porque involucra, además, a cuatro jugadores de Vélez. Días atrás, una joven de 28 años denunció que durante la madrugada del viernes 4 de diciembre fue abusada sexualmente en una fiesta realizada en una casa del country Camino Real, en el partido bonaerense de San Isidro, alquilada por el delantero del Fortín, Juan Martín Lucero.
A pesar de las prohibiciones lógicas por la pandemia de coronavirus, se realizó una fiesta que contó con la participación de al menos cuatro integrantes del plantel que dirige Mauricio Pellegrino, entre ellos Ricardo Centurión, Thiago Almada, Miguel Brizuela y el propio Lucero. Tras la denuncia, personal de la Unidad Fiscal de Género de San Isidro llegó al domicilio, donde tomó declaración a la denunciante junto a dos testigos.
En la denuncia ampliada realizada ante la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de San Isidro a la que tuvo acceso BigBang, M. -la víctima del hecho y cuyo nombre no damos a conocer a pedido de su abogada, Raquel Hermida Leyenda- cuenta que al evento organizado por los futbolistas de Vélez fue invitada por una amiga en común, identificada como Noelia A., con la que -aclara- "no tuvo más contacto" después de lo ocurrido.
Durante la fiesta mantuvieron una charla con Centurión, quien les contó que habían vuelto de Colombia ese mismo jueves 3 de diciembre -Vélez había enfrentado a Deportivo Cali- y que al día siguiente debían viajar a Paraná para jugar contra Patronato. "Dijo que estaba re empedo, que estaban desde las 12 escabiando y comieron un falso asado... Que estaba re loco, drogado y que tenía flores para fuma por si queríamos", relata la víctima.
M. había asistido a la fiesta junto a una amiga, identificada como Verónica, a quien no le gustó "el ambiente de la fiesta". "Vero estaba de acuerdo, le dije que nos quedábamos un rato y después nos íbamos. Me voy con Noe al baño y Vero se quedó cuidando las cosas", contó. Cabe destacar que Verónica fue la amiga que la encontró “desmayada en la cama junto a una jarra de plástico" en una de las habitaciones.
Según relató, cuando se estaba dirigiendo al quincho de la casa se topó con Thiago Almada -figura de Vélez- y se dirigió con él al primer piso de la casa, donde habían tres habitaciones y un baño. "Entramos a una habitación, en la que había una balanza, un ropero con un espejo, una cómoda y una cama de dos plazas. Empezamos a besarnos y mantuvimos una relación sexual", relató M.
Y continuó: "En un momento siento que abren la puerta e ingresan dos personas más: Brizuela y una morocha grandota de pelo negro. Escucho a Thiago hablar con ellos. Me sentía mareada, mal y eso no me gustó. Le dije a Thiago 'basta' e intenté irme. Pero en ese momento, siento una mano y otra mano en mis zonas íntimas. Me comencé a sentirme mal, muy mal, y nuevamente dije 'basta,basta; no quiero más', no me sentía bien".
La joven de 28 años recordó que les aclaró a los presentes en la habitación (Thiago Almada, Miguel Brizuela y una mujer de pelo negro largo y lacio, de 1.75 de estatura y de 70 kilos aproximadamente) que se "sentía mal", pero remarcó que los futbolistas "continuaron". "Yo recuerdo que no podía salirme. En un momento abren la puerta y escucho la voz de Vero, dice algo así como si estaba bien", contó.
Y agregó: "No recuerdo haberle respondido porque en ese momento Brizuela me tenía agarrada de los pelos, obligándome a hacerle sexo oral, mientras la morocha tenía sus dedos en mi vagina y Thiago quiso penetrarme por el ano, que le dije ´Basta, me siento mal´. Pero él continuó la relación sexual, no puedo afirmar ni descartar haber sido penetrada (por el futbolista de Vélez)".
"Siento que vuelven abrir la puerta, había más personas en la habitación, sentía manos que me penetraban y me manoseaban, personas que entraban y más tarde salían de la habitación. Escucho otra vez a Vero que golpea la puerta a los gritos y me desvanecí. No podía moverme... sólo podía escuchar a Vero diciendo ´hijos de pu..., ¿Qué le hicieron a mi amiga? Yo no podía abrir los ojos ni moverme. Me desvanecí", sumó.
La víctima aclaró que pudo escuchar cómo su amiga mantenía una acalorada discusión con los presentes en la habitación y recordó que recobró el conocimiento al lado de Verónica, en uno de los baños del primer piso. "Me despierto en el baño, estaba Vero y la misma morocha que me tocaba en la habitación. Vero gritaba ´tráiganme la cartera´, yo empiezo a vomitar y a llorar", detalló.
La joven de 28 años también remarcó en su denuncia que los futbolistas le pidieron a su amiga Verónica que no llamara a la Policía. "Calmate, no llames a nadie", fueron las palabras de los jugadores del equipo de Liniers. "Me cogieron todos. Vero me cuenta que cuando abrió la puerta yo estaba desmayada con una jarra de plástico en la mano y un pelado robusto estaba saliendo de encima mío, subiéndose los pantalones y riéndose", explicó.
Se trata de uno de los principales sospechosos y prófugos de la justicia, Juan José Acuña Delbene, calvo, robusto, vestido con bermudas de jean, que no es jugador del club. Es un rostro medianamente conocido en el ambiente del fútbol, particularmente en el Ascenso. El hombre tiene 42 años y una larga experiencia como director técnico. Entre marzo de 2008 y noviembre de 2015 trabajó en el club Defensa y Justicia.
La amiga de la víctima, de 36 años, reveló que hubo varios encuentros sexuales durante el festejo en la casa de Lucero, que arrancó a las 18 del jueves anterior al abuso sexual. "Entré en shock, no sabía qué me estaba pasando. Vero me dijo que yo valía oro y que por más que estuviese alcoholizada no me podían hacer lo que me hicieron. Salimos de la habitación, bajamos y ya no había nadie", resaltó.
Según denunció, en la casa solo quedaron sus amigas, Verónica y Noelia, y el dueño, Lucero: "Queríamos llamar a la policía y les dijimos a ellos que llamaran. Ninguno nos brindó ayuda y nos dimos cuenta en ese momento que nos habían robado la cartera con nuestras pertenencias". Dentro de las carteras -aclaran- tenían 5 mil pesos, sus teléfonos celulares y las llaves de sus respectivos domicilios.
Al final de la denuncia, la víctima aclara que se encuentra muy mal y que a raíz de lo sucedido no puede conciliar el sueño. "Yo estaba muy mal, sin dormir. Estoy con ataques de pánico y agorafobia, tengo que volver a ver al psiquiatra porque dice que me tiene que dar un antidepresivo. Tengo mucho miedo a salir de casa", concluyó.
En diálogo con este portal, Hermida Leyenda aclaró que la denuncia se amplió el día de ayer y que resta esperar para ver qué actitud toma la fiscal Laura Zyseskind en relación a los futbolistas mencionados. "La victima está con tratamiento porque tiene terror de salir de su casa", aclaró a letrada, explicando que en los próximos días podría haber novedades en la causa.