10 Febrero de 2023 17:19
Pasaron sólo cuatro días desde que el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores condenó a los ocho acusados oriundos de Zárate por el asesinato de Fernando Báez Sosa. La división establecida por los jueces, que decidieron condenar a perpetua a cinco de ellos y darles quince años a los tres restantes, caló hondo en el grupo y las fisuras no tardaron en llegar. El primero en romper el pacto de silencio fue Blas Cinalli, quien desde el penal de Melchor Romero se comunicó con el periodista Cristian "Eche" Echeverría.
El objetivo primario del joven de 21 años, condenado por el delito de partícipe secundario del "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía, en concurso ideal con lesiones leves", era el de "lavar su imagen" y pedirle a "la sociedad" que frenen los escraches y el odio en su contra. Sin embargo, picardía mediante del cronista televisivo, terminó pisando el palito y hundió a dos de los otros condenados, uno de ellos su propio primo.
"No voy a echarle las culpas a Luciano (Pertossi), mi primo; pero él empezó forcejeando con un pibe (por Fernando Báez Sosa) dentro del boliche y luego siguió afuera queriéndole pegar a un amigo de Fernando", escribió el condenado, en clara contradicción con lo que declaró dos semanas atrás en la última audiencia del juicio oral y público.
Blas Cinalli rompió el pacto de silencio: "Voy a cambiar de abogado, no le pegué a Fernando"
En su declaración, Cinalli sostuvo que quienes iniciaron las "peleas" dentro y fuera del boliche fueron los amigos de Fernando. Ahora, le adjudica la responsabilidad a Luciano, uno de los cinco condenados a perpetua por el Tribunal de Dolores.
"Nosotros no queríamos pelear. Nos sacaron del boliche y afuera nos agarró la Policía para sacarnos del lugar y nos queríamos ir, pero Luciano estaba muy alterado. Como te dije, no quiero echarle las culpas a nadie. Estoy contando cómo fue todo", prosiguió el condenado.
Ante la pregunta del periodista sobre si Luciano estaba "más sacado" que Máximo Thomsen, Cinalli reconoció: "Los dos más o menos iguales de alterados (Sic). Machu estuvo alterado adentro de Lebrique (el boliche), una vez que nos sacaron se pudo calmar algo. Hasta que después Luciano quería volver a pegarle al grupo de chicos".
Cabe recordar que las pericias constataron restos de ADN de Cinalli en el dedo meñique de Fernando, una de las pruebas más contundentes en su contra. "Mi ADN estaba por el forcejeo que tuve con él dentro del boliche. Ni siquiera le pegué. Tuve un forcejeo de manos queriéndolo separar de Luciano", sumó.
Hasta ahora, la "versión de los rugbiers" sostenía que sólo Thomsen había protagonizado un breve cruce con Fernando dentro del boliche. En ningún momento se lo había mencionado a Luciano en la pelea.
Eche: "¿Estás conforme con la defensa de Tomei?" Cinalli: "No, sinceramente quiero cambiar de abogado. Pero me cobran demasiada plata y no la tengo. Nunca quise que me defienda Tomei, la verdad. Nunca estuve conforme. Siempre quise otro abogado. Pero nunca tuve la plata. Es muy caro". Eche: "Otro abogado te podría haber negociado una mejor condena..." Cinalli: "Te diría que muchos años menos, creo yo. No estoy minimizando nada. Pero sí, me podrían haber dado muchos menos años. Los abogados me cobran en dólares".Tal y como reveló en 2020 BigBang, la familia de Cinalli se puso en contacto con uno de los abogados penalistas más reconocidos del país. Por la defense, en ese momento, le pidió más de doscientos mil dólares.
"Voy a ser sincero, consumía mucha marihuana; pero nada más que eso. Siempre consumí marihuana. No creo que sea algo malo desde mi punto de vista. Adentro (del penal) no consumo. Sólo fumo cigarrilos, que me los trae mi tía Elena", reconoció.
Dividen a los rugbiers: la presión de la mamá de Thomsen para "tener cerca" a su hijo
Consultado sobre cómo se vive dentro de la cárcel, Cinalli precisó: "Obviamente que es feo, pero bueno. No me puedo quejar, comemos bien. Nos bañamos tranquilos. Es feo este lugar, no hace falta decirlo".
La condena social y el pedido de Cinalli: "No quiero que me quieran, pero sí quiero dejar de recibir tantos insultos"
"Nos escrachan por todos lados. Dejen vivir, no tenemos vida. Viven hablando mal de nosotros. Córtenla. Pagar ya estamos pagando desde el primer día. Lo único que quiero es que no nos insulten más. Nos faltan el respeto. Ya pedí perdón, todos mis amigos también pidieron perdón. Ya es hora de que este odio inmenso se termine. Fue un hecho horrible, pero nosotros ya estamos pagando desde el día uno".
"Ninguno de nosotros ideó un plan para matar a una persona. No hubo roles y esas cosas nunca existieron. No quiero que me quieran, pero sí quiero dejar de recibir tantos insultos y me haría muy bien que estos mensajes los lea la gente", sumó Cinalli.