Uno de los prófugos más buscados de la Argentina, el delincuente sexual Walter Brauton Steimbach, de 47 años, un contador público, de una familia acomodada, condenado a 40 años de prisión por violar al menos a seis mujeres, fue detenido en Bolivia, por un grupo de efectivos de fuerzas de seguridad de la Argentina, con la participación de Interpol y trasladado a la Argentina.
El prófugo arribó al aeroparque metropolitano Jorge Newbery, tras ser expulsado de Bolivia, y fue trasladado a Salta. Desde allí se dispuso su traslado a Buenos Aires.
La investigación que permitió su detención, coordinada por el fiscal Claudio Oviedo, constó de 10.000 horas de escuchas telefónicas y más de 20 allanamientos. De esa pesquisa también participó la Policía de la provincia de Buenos Aires y se contó con la colaboración del Servicio Penitenciario provincial e Interpol, a través de sus agencias en Brasil, Bolivia y Argentina.
La licencia que usaba en Bolivia.
El prófugo, de 47 años, fue detenido en las inmediaciones de la calle San Marcos entre Betanzos y esquina La Paz de la ciudad boliviana de Potosí y no opuso resistencia.
El prófugo arrestado prestará declaración en sede judicial ante el fiscal Oviedo y más tarde será derivado a una cárcel de máxima seguridad, donde quedará alojado. Además de este instructor judicial, interviene en la causa el Juzgado en lo Correccional N° 5 del Departamento Judicial Morón, a cargo de Graciela Angriman.
Una historia de terror
El condenado estaba prófugo desde el 17 de agosto de 2013 mientras cumplía con una visita extraordinaria en el partido de Merlo, a la casa de su madre, quien supuestamente padecía una grave enfermedad. Según la información oficial, Brauton se evadió mientras cumplía la condena a 40 años de prisión, accesorias legales y costas “al ser considerado autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma -6 hechos-, abuso sexual con acceso carnal -un hecho-, abuso sexual agravado por el uso de arma en grado de tentativa -un hecho-, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma en grado de tentativa -un hecho-, robo calificado por el uso de arma de fuego -un hecho- y rapto -9 hechos-, todos en concurso real entre sí”.
Las fuentes consultadas dijeron que Brauton Steimbach era uno de los tres prófugos más importantes de la Argentina y que fue arrestado por una misión conjunta integrada por efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional coordinados por la Interpol, el organismo internacional que aglutina a las policías de todos los países.
Un guardiacárcel fue drogado para faciilitar la fuga.
Brauton Steimbach fue condenado el 22 de junio de 2009 a 40 años de prisión, luego de haber llegado a juicio oral acusado de siete violaciones y dos casos de tentativa de ataque sexual, aunque luego la condena fue reducida a 35 años. Pudo escaparse gracias a que logró convencer a las autoridades judiciales que su madre estaba muy enferma. Y obtuvo sucesivas visitas a la casa de su mamá, hasta que el 17 de agosto de 2013 puso algo en la bebida de su guardiacárcel y se quedó dormido. Ayudado por su amante, se escapó y no se supo nada más de él, hasta ahora.
En su libro “Mujeres en peligro”, el periodista Rolando Barbano, relata que el contador público trabajaba en una agencia de venta de autos, administraba un edificio, y tenía una familia típica, con esposa e hijos. También tenía una amante estable, que también contaba en su haber con su familia “normal”.
El más buscado del país: Brauton, el contador que violó nueve mujeres
El predador sexual cometía los ataques, en general, durante la mañana cuando manejaba desde su casa en Marcos Paz hasta la agencia en Tortuguitas. Usaba su coche último modelo para acercarse a las víctimas, a quienes les preguntaba una calle, o cualquier otra cosa para hacer que se acercaran hasta su auto. Luego con un arma las hacía subir y las sometía. Usaba preservativos. Después de las violaciones los guardaba debajo del asiento del auto, quizás a modo de trofeo.
Los ataques del que aparecía como un padre de familia ejemplar, finalizaron cuando una mujer, no respondió a su estrategia de acercamiento. Y anotó la patente del coche y denunció al hombre en la comisaría de Ituzaingó. Con ese dato comenzó la búsqueda hasta que fue detenido y llevado a un juicio oral, donde se lo condenó a 40 años de prisión.
La amante del contador, Graciela Rita Prono, vendió una propiedad de la familia valuada en 80 mil dólares, que la pareja utilizó en la fuga. Según escuchas telefónicas, se pudo determinar que los dos se habían instalado en Bolivia. La mujer volvió a la Argentina en 2015 y entonces fue detenida, acusada de haber ayudado al contador en la fuga. Está a la espera de un juicio oral. Su amante quedó arrestado ahora en La Paz, desde donde será extraditado para cumplir el resto de la condena y enfrentar un nuevo juicio oral por la fuga que concretó en 2013.