El abogado que representa a la familia de Fernando Báez Sosa, el joven de 19 años que fue asesinado en Villa Gesell por una patota de diez rugbiers, Fernando Burlando, cargó con dureza contra que los detenidos por el crimen. "Fijensé lo que genera todo esto, porque seguramente muchos de los padres que hoy van a visitar a estos tipos a la cárcel van a perder la vida antes de verlos en libertad", manifestó en abogado en declaraciones a Terapia de Noticias.
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El letrado señaló que Graciela, la madre de Fernando, lo único que hizo fue contarle “cosas lindas de la vida” de su hijo; mientras que Silvino “estaba más inquieto” en cuanto a saber “cómo estaba encaminándose la investigación”.
Horas antes de que hable con la prensa, el padre de Máximo Thomsen, el principal apuntado por el crimen y quien le habría propiciado los golpes mortales a Fernando, salió a defender a su hijo antes las cámaras. El hombre, vestido con una remera clara, gorra con visera oscura y anteojos negros, dijo que se siente "destrozado por la muerte" de Fernando, "por lo que hicieron o por lo que les salió", y que trató de "llamar un montón de veces" y les dejó "mensajes" a los padres de la víctima. "Si yo tengo el dolor que tengo, no me imagino lo que tendrán ellos. No quiero abrir los ojos", señaló visiblemente compungido.
Sobre esas palabras, Burlando sostuvo que, a veces, "quieren buscar consuelo cuando alguien querido comete la peor de las barbaridades".
"Eso también puede ser parte o motivo de cómo está esta gente: la falta de educación, de aceptación, el hecho de 'no darse cuenta' de lo que hicieron. Y sí hacerlo recién cuando están en una unidad carcelaria", señaló.