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Caranchos robaron el cadáver de su hermano para cobrar el seguro de vida

Leia Salvatierra denunció a la banda y reclama el cuerpo de su hermano, atropellado en Isidro Casanova.

22 Noviembre de 2016 07:48
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Lo atropellaron en Isidro Casanova. Murió después de tres días de agonía. Su cuerpo fue trasladado a la morgue, pero cayó en manos de una banda de “caranchos” que lo robaron para intentar cobrar su seguro de vida. “Estamos reclamando el cuerpo de mi hermano, nos están quitando la posibilidad de despedirnos de él, de demostrarle nuestros sentimientos”, denuncia Leia Salvatierra, la hermana de la víctima.

Leia Salvatierra, hermana de la víctima, junto a su hijo, Horacio.

Ángel Salvatierra (59) fue atropellado el sábado 12 de noviembre por la noche, cuando cruzaba la avenida Cristanía, en Isidro Casanova. “Esquivó los autos que estaban parados, esperando que cambie la señal del semáforo y el auto pasó haciendo volar a mi tío”, detalló al diario Crónica su sobrino, Horacio.

Ángel Salvatierra murió atropellado cuando intentaba cruzar la Avenida Cristanía.

El conductor del vehículo en cuestión, una camioneta Volkswagen Suran de color gris, se dio a la fuga. Y la indemnización frente a un eventual juicio fue lo que avivó a una banda de caranchos. “Sospechamos que lo hicieron para cobrar la plata del accidente, por eso están buscando a quién atropelló a mi hermano”, aportó Leia, quien identificó con una denuncia policial a la banda como “miembros de una familia llamada Orozco”.

Pero su paso por la comisaría 6ta de Isidro Casanova no pasó inadvertido. “Me llamaron el viernes, amenazándome, diciendo que me vaya de mi casa porque me iba a pasar algo a mí y a mi hijo”, advirtió Leia. ¿Cómo dio con la banda? “Estaban investigando en el barrio qué es lo que había pasado”, denunció.

El secuestro del cuerpo

Tras conocer el dato de que el hombre había muerto atropellado, la banda cayó a la morgue. “Un grupo de personas se hizo pasar por la familia, me impidió el paso. Igual entré y vi cómo se arrojaban encima del cuerpo de mi hermano y decían: 'No te podés morir, levántate que vamos a tomar un vino y comer asado'. Hicieron un escándalo”, denunció la mujer.

“Entregué la documentación de mi hermano y me la retuvieron. Por eso, volví a llevarla a los dos días a la UFI 8 de La Matanza, que sigue la causa. Pero me dijeron que ya le habían entregado el cuerpo a la familia”, sumó, indignada.

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