02 Enero de 2023 12:43
En una descarada jugada judicial por parte de abogado Hugo Tomei, defensor de los ocho rugbiers que están procesados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, el cual ocurrió en enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell, el letrado solicitó la anulación del juicio -golpeando con furia la mesa- por considerar que no hay imparcialidad jurídica en la causa ni el Tribunal.
Lo hizo frente a los padres de la víctima y luego de que Fernando Burlando pidiese la pena de prisión perpetua para los asesinos. Con el objetivo de que la causa se encamine al homicidio por riña, que puede llegar a tener una pena de hasta seis años y es excarcelable, Tomei buscó generar un golpe de efecto y correr la imagen de sus clientes, para pasarlos de victimarios a víctimas.
De esta manera, consideró que "se está violando el derecho a la intimidad" y que no se está respetando "la presunción de inocencia de los acusados". Después de un cuarto intermedio de una hora y diez minutos de duración, el Tribunal Oral Criminal N°1 rechazó el pedido de Tomei por unanimidad. Los jueces confirmaron que no se va a hacer lugar a la suspensión del debate.
Entonces, el abogado de los ocho acusados contraatacó y anunció un segundo planteo, basado en el artículo 35 del Código Procesal Penal. Afirmó que si no se sabe qué delito se le imputa a cada uno no se los puede defender. “Qué significa distribuir roles, cuándo se distribuyeron los roles”, pregunta.
Y siguió: “Lo traigo a colación porque el particular damnificado nos agregó ciertas características que no están en la línea de la fiscalía y entonces tengo el derecho de pedir una unificación. Hablar de emboscada, de exterminar, son términos valorativos. No entiendo a qué se refiere”.
El letrado sostuvo que el caso no tiene acusaciones subsidiarias y pidió la reestructuración del proceso para definir la defensa. “Si no conozco de qué se tiene que defender cada uno de ellos no puedo hacer mi trabajo”, sigue. Cabe destacar que los ocho detenidos, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Blas Cinalli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Ayrton Viollaz, ingresaron con su rostro cubierto casi por completo con un barbijo y se quedaron en el banquillo de los acusados rodeados de oficiales de policía.
Esto lo hicieron para que no se les viera la cara por completo, ya que el abogado de todos ellos afirmó que "les violaron la intimidad" desde el inicio de la causa. "Es muy grave, y lo vengo diciendo desde hace tres años: no hay sentencia que pueda ser válida si el proceso no sigue los lineamientos de la Constitución", cuestionó el defensor de los asesinos de Báez Sosa ante el tribunal que componen María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.
Luego apuntó contra la fiscal Verónica Zamboni y la tarea que realizó. "No puede ser que se le haya tomado declaración en 25 minutos a los diez", consideró Tomei. "Se violentó su derecho a ser oídos", agregó.
Lo más desubicado por parte del abogado defensor fue lo que vino después, cuando tras afirmar que a él lo movía la ley y no la opinión pública, golpeó con fiereza el escritorio donde estaba sentado y se preguntó, frente a los padres de la víctima Graciela Sosa y Silvino Báez: "¿Para quién es la ley? ¿Para ellos sí? ¿Para los otros no?".
Luego, en un episodió que logró la indignación de los presentes, se refirió a la acusación contra sus clientes como una "infracción", algo que duplicó la provocación previa que había lanzado cuando se preocupó por la intimidad de los ocho muchachos que aparecen en distintas cámaras de seguridad golpeando hasta la muerte a Báez Sosa. "Entiendo que esto es un escándalo. Pero lo vengo planteando hace tiempo", cerró Tomei su solicitud de que se suspenda el debate luego de los alegatos.
Respecto a ese pedido se refirió el fiscal Gustavo García, quien recordó que ese "planteo de suspensión del debate efectuado por la defensa ya ha sido anulado y lo está reeditando en esta oportunidad". La postura del Ministerio Público Fiscal fue apoyada por Fabián Améndola, abogado de la víctima junto a Burlando. "Este es un planteo que no es novedoso, que ya ha sido formulado en todas las instancias del proceso y que ha sido resuelto", rechazó. "Ellos tuvieron la posibilidad de prestar declaración y se negaron, y el doctor Tomei estaba en conocimiento de eso", postuló en su pedido de rechazo de la solicitud.
Antes de Tomei, Burlando había detallado minuciosamente el desarrollo de la noche en la cual mataron a Báez Sosa. Y allí precisó que los acusados "acordaron y planearon emboscar con la intención" de darle muerte a su cliente, que "lo hicieron luego de un incidente menor dentro del local bailable" en cual "la víctima y las personas que la acompañaron intentaron calmar los ánimos, evitar una pelea, recomponer la situación".
"Pese a esto los acusados tomaron una decisión: tomaron la decisión de matar y mataron. A partir de hoy vamos a demostrar que el asesinatos de Fernando Báez Sosa tuvo como mecánica un asalto por ambos flancos de la víctima, luego se espera que el personal policial que vigilaba la zona se retirara del lugar para así facilitar la tarea y así matar sin riesgo y sobre seguro", aseguró el reconocido letrado.
"Vamos a demostrar que los acusados tendieron esa noche un verdadero cerco humano con la finalidad de poder asegurarse actuar sobre seguro y tener certeza que su presa no iba a poder eludirlos y mucho menos contar con ayuda, ayuda que demostraremos que otras personas quisieron otorgarle y no pudieron debido a la muralla infranqueable que construyeron sobre la víctima. El crimen fue una lisa y llana ejecución. No estuvieron dispuestos a detener su accionar hasta no ver sin vida al individuo. Cada golpe aplicado tenía un destino y un fin: matar", declaró Burlando.