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Carrazone habló de "malicia" y de "odio de género": "Hacen venganza de su dolor"

Stella Maris Sequeira fue vista por última vez el 29 de diciembre de 2016. Su cuerpo nunca apareció.

17 Febrero de 2022 13:57
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Rubén Carrazone -acusado de la desaparición y muerte de su pareja, Stella Maris Sequeira- dio su alegato el miércoles ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata. El abogado de 66 años fue acusado por el femicidio de su esposa, de 60 y cuyo cuerpo nunca fue encontrado, y permanece con prisión preventiva luego que la prórroga fuese avalada en su dictamen por la fiscalía general ante la Cámara desde el 13 de septiembre de 2020.

La exposición fue realizada por el propio Carrazone, que estuvo asistido por el abogado Pablo Fernando Cuomo, quien aseguró ser inocente, pidió su absolución y exigió su inmediata libertad. “Ha sido una burda, una vil y una miserable farsa, una farsa disfrazada de procedimiento judicial”, dijo el acusado al iniciar su alegato ante los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Fernando Canero.

Durante las casi siete horas que alegó ante el TOF 2 de La Plata, sostuvo que la fiscalía y la querella sostuvieron una “visión imaginativa de los hechos”: “Un farsa que se llevó en mi contra y fundamentalmente contra Stella, a quien nadie buscó". En varios tramos de su alegato final, Carrazone tildó a la querella -Solange, hija de la víctima de un matrimonio anterior-  y a la fiscalía de ser una “comparsa acusadora”.

Esto causó que el presidente del tribunal llamara su atención: “Le voy a pedir que modere la forma en que se refiere a la fiscalía y la querella”. Sin embargo, el imputado insistió: "El fiscal pidió reclusión perpetua hacia mi sin haber leído la causa y eso es un disparate que no tiene que pasar desapercibido, lo del señor fiscal fue lamentable" y mencionó que la acusación está desprovista de pruebas en su contra y “está montada sobre lo que entendemos es el odio de género”.

En ese sentido, manifestó: “Así como se dice que algunos hombres actúan con violencia de género, yo digo que en este caso se ha actuado por mujeres en mi contra por odio de género. Me tienen a mi acá y no tienen otra cosa que hacer que venganza de su dolor”. Al mismo tiempo, pidió que las audiencias del juicio sean publicadas a través de YouTube debido a que -según su punto de vista- solo se difunde la versión "maliciosa" de la querella.

Por último, el abogado aseguró que "no se acreditó el cuerpo del delito, no hay un solo vestigio de un ataque fatal". "Montar una acusación a reclusión perpetua diciendo que acá hubo violencia de género ante la gran cantidad de prueba en contra, sinceramente no ha sido serio", indicó. "No pueden describir la materialidad ilícita ni de qué forma me desprendí de un cuerpo o en qué vehículo al menos, lo único que pueden decir es que borré las pruebas. ¿Me la comí a Stella? No se pudo probar nada, la inocencia de Carrazzone no fue ni rozada. Solicito la absolución y la inmediata libertad, solicito no volver más al penal, creo que fue suficiente el tiempo que estuve", cerró.

Tras la audiencia que duró unas siete horas, el TOF 2 pasó a un cuarto intermedio para el próximo miércoles a las 9.30 con las réplicas de las partes. El fiscal de juicio Hernán Schapiro y la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta, solicitaron el viernes último que sea condenado a prisión perpetua. 

Ambos fiscales federales alegaron durante más de tres horas y, al pedir la pena máxima, consideraron al abogado autor penalmente responsable de los delitos de “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido mediando violencia de género (femicidio) y por el vínculo, en concurso real con la falsa denuncia” de un secuestro, que para la Justicia, nunca existió.

De la misma forma, la querella de la familia de Stella pidió la misma pena y calificación contra el abogado. “La hipótesis sostenida por esta fiscalía es que el señor Carrazone, el día 29 de diciembre de 2016, en el marco de una pelea acaecida ese día, y entre las 16.45 y las 11.30 del día siguiente, dio muerte a la señora Sequeira haciendo desaparecer el cuerpo de la víctima”, sostuvo el fiscal Schapiro.

En su alegato, el fiscal destacó ante los jueces Alejandro EsmorisNelson Jarazo y Fernando Canero “el contexto” en el que se dio el femicidio. “Se encuentra acreditada la existencia previa y coetánea al hecho de una violencia estructural de género en la cual se encontraba inmersa la señora Stella Maris Sequeira por parte del señor Carrazone, que fue ejercida por quien fuera su pareja durante 15 años”, sostuvo.

Mencionó que, de acuerdo a los testigos, hubo por parte del acusado “violencia simbólica, material y actos de microviolencia” hacia su mujer. Labozzetta, especialista en violencia de género por su rol al frente de la UFEM, fue la fiscal que se ocupó de fundamentar la calificación en el alegato. “Estamos ante la ocurrencia de un hecho que encuadra dentro del fenómeno de la violencia contra las mujeres. El crimen ha sido producido por la motivación de género”, dijo la fiscal.

Stella Maris Sequeira fue vista  por última vez el 29 de diciembre de 2016. La adinerada mujer convivía desde hacía 13 años con Carrazone en su casa de la localidad de El Ombú, partido de Ezeiza, hasta que un día descubrió que su marido le era infiel con su mejor amiga y socia en un restorán de Lobos, Lourdes Oliveira. "Con esta no me va a cagar, este me engaña, pero con esta no me va a cagar. Voy a sacar fotos de Lourdes y voy a empapelar todo, para que todos sepan quién es, se va a tener que ir a trabajar a Brasil...", decía entre lágrimas la mujer que al día siguiente, el 30 de aquel mes, iba a cumplir 61 años.

El abogado denunció su desaparición recién el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que le exigieron 80.000 dólares para liberarla. "Vino con un bolsito y se va a tener que ir igual. Le conozco muchos chanchullos a Rubén y me las va a pagar", había sido la última frase que Stella le dijo a su amiga, hoy una de las testigos principales del juicio, antes de desaparecer sin dejar rastro alguno. La pesquisa determinó que la denuncia de Carrazone, sobre que su mujer había sido secuestrada, era falsa y para los investigadores siempre existieron elementos suficientes para acreditar que el abogado penalista la golpeaba. 

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