27 Noviembre de 2015 11:42
A nueve años del misterioso crimen de Nora Dalmasso, la empresaria de 51 años asesinada el 26 de noviembre de 2006 en su casa de country de Río Cuarto, los familiares de la víctima consideran que el caso sigue como el primer día. Sospechosos inocentes, indicios que se diluyen, falsas acusaciones, pruebas de ADN mal hecha y escena del crimen contaminada, forman parte de un peligroso cóctel que convierte al homicidio en uno de los casos impunes más importantes de la historia policial argentina.
Nora fue estrangulada. Tenía 51 años.
Nuevos investigadores
Después de la renuncia del fiscal Javier Di Santo, que en todo este tiempo no logró ningún avance y fue muy cuestionado por los familiares de la mujer asesinada, hoy se confirmó que el nuevo fiscal que estará a cargo del caso será Daniel Miralles.
A partir de estos cambios, Para los familiares de la empresaria surgió una pequeña esperanza: los pesquisas reflotaron una vieja pista: la que habla de un poderoso empresario cordobés apuntado como amante de Nora, según informó Clarín esta semana.
Facundo había sido imputado de sospecha leve. No hay pruebas en su contra.
El sospechoso ya había sido investigado. Es un empresario agropecuario que, según creen los investigadores, fue amante de Nora Dalmasso. En su momento, no se encontraron pruebas en su contra. El otro fiscal que maneja la causa, Enrique Senestrari, dijo que encontraron la desgrabación de unas escuchas que comprometerían al sospechoso.
Familia feliz. La dicha se terminó a fines de 2006.
"Cuando vimos todas las comunicaciones que se habían escuchado, encontramos comunicaciones relacionadas con este caso y consideramos que son de importancia para que las tenga en cuenta el fiscal de la investigación del asesinato de Dalmasso para ver a dónde lo lleva. Hay información importante de acuerdo a lo que uno conoce del caso y en base a la experiencia como fiscal, creo que tienen que generar nuevas medidas de investigación, pero si van a llevar a algún resultado o no, eso lo desconozco", aclaró el fiscal.
“El crimen va a quedar impune porque se hizo todo mal. La escena del crimen se contaminó porque entraron 23 personas a la pieza donde estaba la víctima, entre ellas el cura. ¿Negligencia o mafia? Hasta el día de hoy no lo pude descubrir. Yo tengo mi hipótesis, en la que hay plata de por medio, pero no la puedo decir porque me gano un juicio en mi contra”, dijo a BigBang un reconocido perito que trabajó en el caso.
“El crimen va a quedar impune
Las sospechas que cayeron
El fiscal Javier Di Santo primero sospechó que fue un crimen con juego sexual incluido, luego siguió la pista del amante despechado, pasó por el móvil económico, imputó al albañil Gaston Zárate de un ataque sexual e insólitamente al mismo tiempo acusó a Facundo de matar a su madre por un conflicto familiar. La última hipótesis apuntaba a un sicario colombiano, pero fue tan disparatada que los detectives no llegaron a ningún lado.
Facundo Macarrón demandó al Estado por la acusación, que sería falsa.
Errores graves
Sin ninguna prueba (ni siquiera los ubicó cerca de la escena del crimen), Di Santo mantuvo dos imputaciones incompatibles. Acusó a Facundo y al albañil Gastón Zárate. Lo insólito es que al hijo de Nora le atribuyó un móvil pasional: dedujo que había entrado en la casa con sus llaves (después de manejar bajo la lluvia 230 kilómetros desde Córdoba) y que había manoseado a su madre.
Gastón Zárate, el “perejil” del caso Dalmasso.
Al llamado “perejil” del caso, lo acomodó a otra hipótesis: lo consideró un hombre obsesionado con su patrona. El móvil era el robo y cree que entró por la ventana con “andar felino”. A diferencia de Facundo, el fiscal interpretó que el obrero había violado a la víctima con acceso carnal. Lo insólito es que el crimen no pudo haber sido cometido por los dos. Era uno o el otro. Lo más probable (es casi una certeza para los investigadores) que es no haya sido ninguno de los dos.
Mientras era asesinada, su marido Marcelo Macarrón estaba en Punta del Este.
La opinión de un forense
“Hubo errores de principiantes”, llegó a decir Osvaldo Raffo, el experto forense que fue contratado por Marcelo Macarrón para que analizará el expediente. Raffo, que también fue perito de parte de Sandra Arroyo Salgado, ex de Alberto Nisman, dictaminó que la autopsia fue incompleta (no se hizo la necropsia, clave para saber si la víctima había recibido golpes en la cabeza) y que no se cuidó la escena del crimen y se la expuso a una contaminación. Por la habitación de Nora desfilaron 27 personas, entre ellas el cura amigo de la familia que por pudor tapó con una frazada el cuerpo desnudo. Aun hoy tampoco puede afirmarse si Dalmasso fue violada o si tuvo relaciones consentidas violentas.
¿Se sabrá algún día quién asesinó a Nora Dalmasso?