Este viernes 25 de octubre de 2024, se conoció la condena para Facundo "Cachorro" Torres, el policía de 26 años acusado de haber proporcionado el arma de juguete que fue colocada en el vehículo donde viajaban Lucas Gonzalez, que falleció, y sus amigos. Según la fiscalía, es responsable de "encubrimiento agravado" y de participar en delitos de "falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad".
Todo comenzó cuando el primero de junio del año 2023, en la última audiencia contra los 11 oficiales de la Policía de la Ciudad, Héctor Claudio Cuevas levantó la mano y pidió ampliar su declaración: con cierta culpa, y sin encontrar sentido a su vida tras el crimen, contó cómo algunos de sus compañeros armaron una logística y plantaron un arma de utilería en el auto de las victimas para que el asesinato, ocurrido en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas, se confundiera con un enfrentamiento.
Torres fue acusado como responsable de implantar la herramienta, por lo que el fiscal Sandro Abraldes, a cargo de la Fiscalía General ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N°27, solicitó la pena de seis años de prisión y la inhabilitación inmediata por diez años para ejercer funciones públicas y para portar armas: "El papel de Torres fue determinante en la escena del crimen. Fue protagónico y preponderante. Si el plantado del arma salía bien, la impunidad estaba garantizada y la condena y privación de la libertad de los chicos era segura", explicó.
Además, el tributario pidió que el tribunal declare que Lucas González y sus amigos fueron víctimas de violencia institucional y policial, negando así el enfrentamiento inventado por los acusados.
Finalmente, El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) Nº29 condenó a cinco años de prisión al encargado de encubrir los hechos.
Testimonio de los allegados a la víctima
Tras conocerse la condena para Facundo "Cachorro" Torres, habló la familia del joven de 17 años que perdió la vida: "Ha cambiado todo, porque hemos condenado a con la mafia dentro de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, hemos acabado con el que le quiso poner un arma en la mano de Lucas", comenzó el relato Gregorio Dalbón, abogado de los familiares damnificados.
Lucas González tenía una vida por delante, y un sueño de convertirse en futbolista profesional, arrebatado por el gatillo fácil de los policías, quienes para liberarse de la condena lo pusieron como culpable: "Los chicos son unos guerreros, unos gigantes, que vinieron y pusieron el pecho", fueron las palabras que utilizó Héctor González para describir a los amigos de sus hijos, cuyos testimonios fueron claves a la hora del juicio oral contra los oficiales.
"A mi hijo me lo arrebataron", confesó el progenitor de la víctima y continuó: "Hoy se cierra una etapa, hicimos justicia y pagaron los que tuvieron que pagar. Eso me da la tranquilidad de que mi hijo descansa en paz".
Además, deseó que su hijo esté presente todos los días en las cabezas de los Policías que le arrebataron sus vidas. Por último dejó en claro que pondrá la memoria del jugador de fútbol por lo alto con la creación de la Asociación Civil y Deportiva Lucas González en Florencio Varela, para acompañar a cada joven que desea dedicarse al deporte de manera profesional, como soñaba Lucas González.