Mientras el juicio contra los agentes porteños que asesinaron a Lucas González y encubrieron el crimen que se dio en noviembre de 2019 avanza, aparecen nuevas pruebas para demostrar lo alto en la jerarquía institucional que había llegado el caso contra 14 agentes de la Policía de la Ciudad. Al menos eso apreció el abogado defensor Gregorio Dalbón, quien a partir de los últimos testimonios solicitó la detención del jefe de la fuerza porteña, Gabriel Berard.
"Lo que hemos vislumbrado a través del alegato del fiscal (Leonel Gómez Barbella) y los dichos de (Héctor Claudio) Cuevas, es que si se cortaron 800 metros cuadrados, que no se cortan ni en un River-Boca ni en la despedida de (Juan Román) Riquelme, si había más de 120 policías en el lugar, no podía ser ajeno a Berard", aseguró el letrado.
"Si pensaron que nos íbamos a quedar en este juicio con (el comisario inspector Daniel Alberto) Santana, se equivocaron. Ahora vamos a ir por los superiores de él. ¿Quiénes son? (El Subcomisario Daniel) Ledesma, (el comisario mayor Ramón) Lencina y Berard. Nos hemos dado cuenta que todos los partes de (el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús) Chocobar llegaban finalmente a él. Entonces, por eso mismo, vamos a tratar de que, en instrucción, se lo investigue, siempre con la garantía de defensa en el juicio y su principio de inocencia intacto, pero vamos a pedir la detención con la indagatoria, para que tenga derecho a defenderse como todos", amplió Dalbón su acusación.
El abogado realizó esta declaración ante la Agencia Télam en la previa de los seis alegatos de imputados que se escucharán este martes en una nueva audiencia que tendrá lugar en la Sala del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 de la calle Paraguay 1536, en el barrio porteño de Recoleta.
El letrado aseguró que tanto Lencina como Ledesma eran quienes lo seguían a Santana en el cargo y reconoció que toda la acusación se desprendió del testimonio que brindó Cuevas. "Es evidente. Escuchen el alegato de su abogado. Creo que hoy nos va a abrir el panorama para que lleguemos hasta el jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires", adelantó.
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"Fue un plan criminal ideado por asesinos vestidos de policías de la Ciudad para trabajar tranquilos y probar que fue un enfrentamiento armado", precisó Dalbón.Por el asesinato de González se encuentran 14 efectivos policiales en el banquillo de los acusados. Durante el transcurso del proceso judicial se demostró que hubo encubrimiento del asesinato que se cometió sobre el adolescente de 17 años en el barrio de Barracas, cuando venía con sus amigos de jugar al fútbol.
No sólo eso, sino que tras el testimonio de Cuevas, se lo señaló al oficial Matías Torres como el responsable de haber trasladado al imputado Gabriel Isassi a una comisaría para buscar el arma réplica que le plantaron a las víctimas en la Volkswagen Suran.
Ante el panorama de un abierto encubrimiento en un operativo en el que participaron más de 120 policías, Dalbón no descartó nuevos pedidos de indagatoria y detenciones, los cuales podrían conocerse en los próximos días.