El año estuvo plagado de casos de violencia, no solo de género sino también infantil. De todos ellos, el que se convirtió en tapa de todos los diarios fue el caso de Lucio Dupuy, el nene de 5 años asesinado por su mamá, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez, en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, el 26 de noviembre pasado.
Al menos cinco veces había ingresado al hospital el pequeño Lucio. O por lo menos, así lo revelaron distintos informes médicos sobre fracturas, golpes y diversas lesiones que sufrió el nene en su corta vida: fue asistido por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) el 15 de diciembre de 2020 por “traumatismos de miembro superior”, uno de ellos “superficial”. Ese mismo día, ingresó a la guardia del hospital Evita donde se le diagnosticó una “fractura expuesta en dedo de la mano”.
Tres días después, el chico fue atendido en el hospital Molas y se le detectó una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano”, con fracturas de otros huesos del carpo. En tanto, en enero de 2021, Lucio fue llevado al centro de salud del barrio Río Atuel, donde fue atendido por una pediatra, que le indicó “traumatismos de miembro superior”, también con uno superficial, por “trauma”.
En las últimas horas,el caso volvió a dar otro giro: el Ministerio Público Fiscal de La Pampa pidió que se amplíe la acusación contra la madre de Lucio y contra su pareja, ambas detenidas, a quienes ahora también les imputan el abuso sexual triplemente agravado. A través de una audiencia realizada de manera virtual, la fiscal Verónica Ferrero y su colega Walter Martos pidieron que se agrave el delito que se les imputa a Valenti y a Páez.
De esta manera, la madre del pequeño Lucio pasó de estar acusada por "homicidio calificado por el vínculo" a "homicidio triplemente calificado por el vínculo (por ser ascendiente) y con ensañamiento y alevosía; en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado".
Mientras que a Páez se la acusó del delito de "homicidio doblemente agravado, por ser con ensañamiento y alevosía; en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado".
La audiencia fue encabezada por el juez de control, Néstor Daniel Ralli y estuvieron presentes las dos imputadas, desde el Complejo Penitenciario 1 de San Luis y en forma separada por pedido de ellas. También participaron el defensor público Pablo De Biasi; la defensora pública María Silvina Blanco Gómez; la asesora de Niñas, Niños y Adolescentes, María Gabriela Manera; y el querellante particular José Mario Aguerrido, en representación del padre de Lucio, Christian Dupuy.
El crimen de Lucio no solo provocó gran conmoción en la provincia, sino que también causó que el ministro de Salud, Rubén Kohan, y el ministro de Educación, Pablo Maccione, entre otros funcionarios, fueran repudiados debido a que el nene había ingresado cinco veces para ser atendido por distintos golpes al sistema público. Por su parte, el titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, Juan Carlos Carola ordenó el inicio de sumarios en el Ministerio de Salud de la provincia y en el jardín de infantes al que asistía Lucio.