13 Abril de 2017 08:51
Por el estado de descomposición que presentaba no se pudieron extraer muestras de ADN del cuerpo de Micaela García, la joven entrerriana de 21 años que fue asesinada y hallada sin vida el sábado pasado en un descampado de Gualeguay. Lo confirmó el jefe de Criminalística de la Policía de Entre Ríos, Ángel Iturria.
Además, señaló que aún no existe evidencia de que en el homicidio hubieran participado dos personas. El violador Sebastián Wagner confesó ayer el crimen en la indagatoria ante el fiscal Ignacio Telenta, y apuntó además a su jefe, Néstor Pavón. Wagner fue imputado bajo la carátula de homicidio calificado por alevosía y femicidio criminis causa.
Micaela García permaneció una semana desaparecida y fue hallada sin vida en un descampado.
Según Iturria, por el estado del cadáver también se descompusieron otros tejidos que pueden ser útiles para la determinación del ADN. En declaraciones a Radio Máxima, el criminalista aseguró que por esa razón no se pudieron tomar “muestras de fluidos corporales, como semen, porque dado el tiempo transcurrido desde producida la agresión hasta que se encontró el cuerpo, las células del agresor y de su víctima se amalgaman y no sirven para la determinación de ADN”.
El dato no es para nada menor. La obtención de perfiles genéticos en el cuerpo de la joven asesinada era clave para determinar con certeza si fue atacada por una o más personas. Hasta el momento, la pericia indicó que Micaela murió producto del estrangulamiento, y que fue víctima de una agresión sexual. Presentaba hematomas en la cadera, la zona genital y paragenital. También se constataron lesiones defensivas.
Ayer Sebastián Wagner confesó el crimen, aunque implicó a su ex jefe, Néstor Pavón.
Iturria sostuvo que el cuerpo tenía restos de vegetación, que se encuentran en análisis de un grupo de biólogos. El objetivo es conocer si coinciden con la vegetación donde se halló el cadáver el sábado pasado. Los investigadores creen que la violación y el homicidio se produjeron dentro del Renault 18 Break que manejaba Wagner y que luego se intentó ocultar el cuerpo en el descampado.
Los estudios realizados tanto en el auto como en la aspiradora con la que se limpió el interior del vehículo demostraron que el cabello encontrado es de la víctima. De todos modos, científicamente no se pudo comprobar si participaron una o dos personas en el crimen.
