23 Noviembre de 2021 11:53
Después de que el asesinato de Lucas González pusiera finalmente sobre la agenda de los principales medios del país los numerosos casos de violencia institucional que se denuncian en la Argentina, la Justicia avanza ahora en la investigación por el asesinato de Alejandro Martínez, el empresario gastronómico que "apareció muerto" en una comisaría de San Clemente del Tuyú el pasado 18 de noviembre, pero cuya autopsia confirmó que no murió de sobredosis (tal y como dejaron asentado los policías de la Bonaerense que actuaron), sino que fue torturado durante al menos diez minutos y la causa de muerte fue por asfixia.
El hombre era oriundo de Brandsen, pero se había trasladado a la ciudad costera para poner un local de comidas. "Mi papá fue (a San Clemente) porque él ya vivía allá, se fue hace un mes para poner una casa de comidas. Horas antes estuve hablando con él, porque estaba solo y quería que yo lo fuera a ayudar con su sueño, que era poner su casa de comidas. La verdad, después pasó todo este hecho que todavía no lo podemos creer. Lo único que queremos es pedir justicia y limpiar el nombre de mi papá, que ya se lo mancharon", denunció Brenda, la hija del hombre asesinado, en diálogo con LN+.
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Martínez fue detenido cerca de la una de la mañana en el hotel en el que se hospedaba. De acuerdo al parte policial, fueron los dueños del complejo los que llamaron a la Policía porque habían "disturbios". Fue trasladado a la comisaría y dado por muerto una hora más tarde. Pero el causal de muerte que confirmó la autopsia difiere del parte oficial, en el que la Fuerza sostiene que falleció producto de una sobredosis. La fiscal a cargo de la causa pidió citar a indagatoria y detener a nueve policías: tres están acusados por el asesinato y los otros seis por encubrimiento.
"Lo que sabemos es que nos dijeron que había muerto por una sobredosis y ahora la autopsia habla por sí sola", señaló la hija de la víctima, al tiempo que denunció que desapareció el efectivo que su padre manejaba para instalar su comercio: "Él perdió la vista y por eso le pegaron. Había sacado del banco 340 mil pesos. Esa plata desapareció". Además del robo del efectivo, Brenda denunció que el celular de su padre fue "vaciado" horas después del asesinato.
Consultada sobre si su padre tenía antecedentes psiquiátricos o de adicciones, Brenda aclaró: "No, para nosotros es toda una novedad. Nunca fue de tener algo. Así que tampoco sabemos qué fue lo que ocasionó que se pusiera así. No podemos decir que una llamada o un mensaje, porque su celular estaba todo borrado. Esos es rato también".
Otro de los datos que llamó la atención de la familia fue que el hombre fuera detenido en el hotel Fountain Bleu, dado que tenía su propia casa. "No sabemos por qué fue allá. Quizás fue para proteger esa plata que él tenía. Él siempre trabajó, siempre se las rebuscó para todos, porque no le pidió nada a nadie. Trabajó hasta el día anterior, por más que no podía porque no veía, siguió trabajando".
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"Siempre fue una muy buena persona, porque a nosotros siempre nos dio todo y trató de darnos lo mejor. No podía creer lo que le pasó. Hasta el día de hoy parece un sueño, pero no. Lo único que nosotros queremos ahora es pedir justicia y también limpiar su nombre, que ya se lo mancharon. Se lo mancharon tratándolo de muchas cosas que él no es", denunció la joven, al tiempo que exigió: "Lo único que queremos es justicia, que paguen los que tienen que pagar y que nadie los defienda".