El juicio contra el clan Benítez comenzó el 21 de octubre, y diez días después, llegó a su fin. El Tribunal en lo Criminal N°1 de Bahía Blanca condenó este mediodía a 48 años de prisión a Fernando, el joven de 27 años acusado de haber raptado, violado y torturado durante meses a dos chicas en su propia casa.
Allí vivía junto a su madre Nélida Llanos y su hermano, Gonzalo, por lo que ambos recibieron la pena de 13 años de cárcel por ser considerados “partícipes necesarios” de algunos de los delitos, como la privación ilegal de la libertad.
Los condenados fueron denunciados en marzo de 2018, cuando una chica de 18 años los acusó ante la Justicia después de haberse escapado de la casa del clan, donde estuvo encerrada en condiciones inhumanas durante meses.
Según se comprobó durante el proceso, Aldana García y Andrea Santacruz, dos víctimas que sobrevivieron al clan, estuvieron más de tres meses secuestradas en la vivienda de los Benítez, y llegaron hasta allí después de que Fernando las contactara por Facebook y las convenciera para ser su novio.
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Cuando se hizo la denuncia contra los acusados en marzo de 2018, los tres fueron demorados de manera preventiva, aunque finalmente el único que quedó preso fue Fernando, mientras que su hermano y su madre lograron llegar al proceso en libertad.
Sin embargo, la semana pasada la fiscal Marina Lara pidió que ambos sean condenados, y le sugirió al tribunal que se ordene nuevamente el pedido de prisión para los dos, debido a que ellos sabían lo que el principal acusado hacía en la casa donde vivían y aún así no lo denunciaban.
Tanto la representante del Ministerio Público como las dos querellas que representan a las víctimas, pidieron el viernes pasado 50 años de prisión para Fernando, mientras que para Gonzalo y su madre, Lara reclamó una pena de 11 años y 6 meses de prisión por considerarlos partícipes necesarios de los atroces hechos que cometió el detenido. Por su parte, la abogada de Aldana, Viviana Lozano, pidió 25 años para Llanos y Gonzalo, además de la detención de los dos.
En base a estos alegatos, los jueces Ricardo Gutiérrez, Hugo Adrián De Rosa y Claudia Fortunatti decidieron este jueves condenar a 48 años de prisión a Fernando Benítez, mientras que resolvieron una pena de 13 años de cárcel para su hermano y su madre, la cual cumplirán cuando la sentencia quede firme.
En diálogo con BigBang, la letrada Lozano contó que las chicas todavía están conmocionadas, y que particularmente su clienta tiene un poco de miedo, porque a pesar de que Gonzalo y Nélida fueron condenados, aún permanecen en libertad.
"Si bien Gonzalo y Nélida fueron condenados, están en libertad, entonces el temor a que quieran tomar represarías hasta que la sentencia quede firme, está", aclaró y agregó que las dos víctimas, junto a otra chica también agredida por el clan, escucharon juntas la sentencia con una emoción enorme."Lloraron, se abrazaron y estuvieron conformes y agradecidas con la Justicia, y con todos", confirmó.
El testimonio de las víctimas
Según las declaraciones de Andrea y Aldana, las torturas y abusos ocurrieron en una casa de Bahía Blanca ubicada en la calle Güemes al 3700, donde el agresor vivía junto a su madre y su hermano. Las dos jóvenes coincidieron en que se contactaron con Fernando por Facebook, y que después de un tiempo, se pusieron de novios. Así, llegaron hasta "la casa del horror", y una vez que estuvieron dentro, ninguna pudo salir porque el agresor las amenazaba constantemente con hacerle daño a sus familiares.En base a lo que pudieron revelar durante la etapa de instrucción de la causa, las dos estuvieron encerradas durante meses al borde la desnutrición, mordidas por perros y con signos de abuso sexual, hasta que a fines de marzo del 2018, Aldana logró escaparse de la vivienda, y finalmente pudo acudir a un familiar, a quien le contó todo.
Durante el periodo que estuvieron cautivas, las chicas se bañaban una sola vez al mes, y hacían sus necesidades todos los días en un tacho que estaba en la habitación en la que permanecían cautivas. Allí dentro Fernando las obligaba a consumir cocaína, las abusaba con distintos objetos y las golpeaba en la cabeza reiterativamente.
Según dijeron desde el principio Llanos y Gonzalo, ellos no estaban al tanto de lo que ocurría en la vivienda, aunque finalmente durante el juicio terminaron por aceptar que sabían, pero que nunca habían denunciado porque le tenían miedo al joven de 27 años.