El juicio contra en clan Benítez, la familia acusada de haber raptado, violado y torturado a dos chicas durante varios meses en su propia casa, tuvo este miércoles su tercera audiencia, y luego de las declaraciones de las dos víctimas, en las últimas horas se presentaron a brindar su testimonio médicos, peritos, policías y otras dos jóvenes que también sufrieron de la violencia de los acusados años atrás.
Según contó a este portal Viviana Lozano, la abogada de Aldana, una de las adolescentes atacada por los imputados, la jornada de hoy fue "muy fuerte" porque los profesionales médicos contaron que tras ser rescatadas, las dos chicas fueron ingresadas a las guardias a dos centros de salud al borde de la muerte.
"Las chicas estuvieron con riesgo de muerte y hoy uno de los médicos lo dijo. Explicó que si se salvaron es porque eran jóvenes, porque era cuestión de horas que murieran", sostuvo la letrada, quien además agregó que una de las doctoras mostró fotos de las lesiones que tenía una de las pacientes, las cuales eran "terribles" por lo crueles e impresionables que eran.
Las dos víctimas por las que los hermanos Fernando y Gonzalo Benítez, y su madre Nélida Llanos fueron llevados a juicio, contaron en las primeras audiencias que quien las agredía con destornilladores, cadenas y muchos otros objetos era Fernando, pero que tanto su hermano como su mamá estaban al tanto de lo que pasaba en esa casa.
Aunque los imputados ahora niegan su responsabilidad de los hechos, porque incluso tanto Gonzalo Benítez como Nélida Llanos llegaron al proceso en libertad, lo cierto es que hoy los policías que declararon ante el Tribunal en lo Criminal N°1 demostraron que la familia sabía lo que pasaba, pero que se hacían los desentendidos para el afuera.
Los policías que hablaron son los que llevaron a cabo el operativo, los que llegaron a la casa tras la denuncia de Aldana, un perito de la policía científica y el personal que se entrevistó con las chicas en los respectivos hospitales.
"A Fernando Benítez lo detuvieron en la casa y a Gonzalo lo detuvieron horas más tarde en una casa que queda a la vuelta. Nélida (cuando supo que Aldana se había escapado) llamó a la ambulancia diciendo que había una persona mordida por perros en la casa. La médica que llegó declaró hoy que al principio Nélida estaba como si no hubiera pasado nada, pero que después se hacía la nerviosa", indicó Lozano y agregó que una oficial también contó que cuando fueron a detener a Fernando, negaba todo, hasta que confesó que se le había ido la mano.
Además, se presentó a declarar el policía que encontró a Andrea herida en el patio de la vivienda, quien llegó hasta allí luego de que Aldana se escapara y fuera en busca de ayuda. "Es patético como los acusados han cambiado las versiones y como se cubrían", se lamentó la abogada, debido a que ahora Gonzalo Benítez y su madre niegan haber sabido lo que Fernando hacía en la casa.
A pesar de eso, en la audiencia del martes los padres de las víctimas contaron que todo el clan Benítez le negaban información sobre sus hijas, y que incluso le decían que las chicas no vivían con ellos. "La familia de Aldana contó que tuvo varios intentos para poder tomar contacto con la joven, pero que de parte de Fernando como de Gonzalo hubo negativas constantes. Le negaban a la madre información, y Gonzalo le decía que Aldana no estaba en esa casa, y esto era sistemático", explicó ayer a este portal la letrada.
Luego de que los policías y médicos hicieran sus presentaciones, finalmente hablaron dos chicas que confesaron haber soportado violencia de parte de los acusados hace varios años.
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Aunque hay cosas que no se pueden hacer públicas porque se pidió cierta reserva de algunos datos, las jóvenes especificaron que Fernando Benítez las contactó por redes sociales, que luego se puso de novio con ellas, y que más tarde las llevó a su casa donde las tuvo retenidas. En detalle, una de las jóvenes aseguró que estuvo cinco días en la vivienda, porque para ese entonces ya la habían empezado a buscar desde Missing Children y eso sirvió para que la liberaran.
La otra chica indicó que estuvo encerrada dos meses, mientras que existe también una tercera víctima que ahora vive en Paraguay, quien durante su cautiverio quedó embarazada de Fernando Benítez, aunque después perdió al bebé.
"Tremendo lo que contaron. Las chicas, que fueron víctimas de hace seis años, contaron lo mismo que pasaron Andrea y Aldana, ellas dos corrieron con la suerte de no llegar a estar tanto tiempo y de no tener lesiones tan profundas, porque las de Andrea y Aldana descomponen", aseguró la letrada.
"El viernes con los alegatos se va a entender todo lo que se escuchó en la audiencia, y lo mismo cuando salga la sentencia, porque no hay dudas de que van a ser condenados", dijo por último Viviana Lozano.
El hecho
Según la declaración de Andrea y Aldana, las torturas y abusos ocurrieron en una casa ubicada en la calle Güemes al 3700, donde el agresor vivía junto a su madre y su hermano. Las dos jóvenes coincidieron en que se contactaron con Fernando por Facebook, y que después de un tiempo, se pusieron de novios. Así, llegaron hasta "la casa del horror", como la conocen en Bahía Blanca, y una vez que estuvieron dentro, ninguna pudo salir porque el agresor las amenazaba constantemente con hacerle daño a sus familiares.En base a lo que pudieron revelar durante la etapa de instrucción de la causa, las dos víctima estuvieron encerradas durante meses al borde la desnutrición, mordidas por perros y con signos de abuso sexual, hasta que a fines de marzo del 2018, Aldana logró escaparse de la vivienda, y finalmente pudo acudir a un familiar, a quien le contó todo.
Por su complicado estado de salud, debió ser trasladada al Hospital Penna, aunque pudo hacer la denuncia, lo que permitió que la policía allanara la casa de los Benítez, y rescataran a Andrea, quien estaba en el patio, también herida.