El juicio a Julieta Silva, acusada de atropellar intencionalmente y matar a su novio Genaro Fortunato, comienza mañana en la ciudad mendocina de San Rafael.
Julieta Silva enfrentará mañana al tribunal.
La mujer llega al tribunal enfrentando dos acusaciones con una amplia diferencia en la posible condena: una es homicidio simple con dolo eventual, que prevé una pena de 8 a 25 años, la otra homicidio culposo agravado con una condena máxima de 5 años.
Así, en el juicio se resolverá un tema esencial: si Silva embistió a Fortunato a conciencia y buscando asesinarlo o, como asegura la defensa, fue un hecho accidental. Hasta ahora, los abogados de la mujer se anotaron una victoria logrando que se le quitaran al delito los agravantes por vínculo y alevosía.
El juicio continuará hasta el 27 de agosto y contará con las declaraciones de 55 testigos. Se prevé que el miércoles 22 se realice la reconstrucción del hecho.
Noche trágica
La muerte de Fortunato sobrevino luego de una discusión que tuvo la pareja a la salida de un boliche, en el marco de la cual Silva se subió a su auto mientras su novio intentaba impedir que partiera. Fue entonces que, según testigos, el joven cayó al piso, la mujer arrancó, avanzó unos 150 metros, giró y lo atropelló.
Genaro Fortunato tenía 25 años cuando falleció.
En ese sentido, la acusada asegura que no vio a Genaro tendido en la calle cuando lo pisó con su auto, ya que no llevaba puestos sus anteojos y la lluvia que caía le impidió la visibilidad. Sin embargo, un cuidacoches que fue testigo del hecho aseguró que le hizo señas a Silva para que frenara.