29 Mayo de 2017 05:04
El hallazgo del cuerpo del pequeño Jairo De Mora en un freezer en la localidad rionegrina de San Antonio Oeste no sólo provocó horror, sino también una larga serie de interrogantes. ¿Cómo llegó el nene de siete años al congelador del comercio de sus padres? ¿Por qué nadie notó su ausencia? ¿Lo durmieron antes de meterlo ahí adentro o ingresó por voluntad propia?
Jairo tenía sólo 7 años.
Y mientras la Policía intenta determinar cómo llegó el niño a encontrar una muerte tan absurda, la lista de certezas que se tienen en el caso no es exactamente amplia.
Lo que se sabe
Jairo desapareció el jueves al mediodía. A las 5 de la madrugada del viernes, su cuerpo -en posición fetal- fue hallado por su madre en el freezer de la despensa propiedad de la familia. La mujer sufrió un shock nervioso y tuvo que ser trasladada a un hospital.
El niño fue hallado en el freezer por su madre.
Según asegura Dante, padre del niño, el congelador siempre se cierra con candado luego de que la mercancía llega y se almacena.
El pequeño no presentaba lesiones y en principio se cree que murió de hipotermia por el frío. Sin embargo, aún faltan por revelarse los resultados de los test histopatológicos realizados para saber si el cadáver presentaba alguna sustancia tóxica.
Jairo partió de su hogar para ir a jugar y, durante la tarde, estuvo en una plaza y en la casa de una amiga. Sin embargo, un segmento de tiempo desde que abandonó este último lugar y apareció muerto permanece en las sombras.
La policía maneja varias líneas de investigación.
Como el niño acostumbraba a compartir tiempo con sus amigos durante varias horas, sus padres no se preocuparon por su ausencia hasta entrada la tarde. La denuncia por su desaparición fue efectuada a las 20.
La Policía rionegrina, por ahora, tiene tres líneas de investigación: Jairo fue víctima de un accidente, fue introducido por alguien en el freezer a la fuerza, o luego de ser sedado.
Los investigadores decidieron someter a los amigos del niño a una cámara Gesell para que declaren y aporten datos que ayuden al esclarecimiento del hecho.
“No entiendo cómo entró. Nosotros recibimos la mercancía y lo cerramos con candado. No está abierto”, fueron las palabras del todavía conmocionado padre del menor.