El jueves por la mañana, Carlos Robledo Puch abandonó el penal de Sierra Chica acompañado por tres guardias del Servicio Penitenciario. Estaba mareado, con vómitos y débil. Tenía fiebre y baja presión. Desorientado por el bajo nivel de sodio en su organismo, el “ángel negro” fue trasladado al Hospital Municipal de Olavarría, ubicado a doce kilómetros de la cárcel en la que cumple condena desde hace 47 años por el asesinato de once personas.
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Con un cuadro de base deteriorado, dado que sufre asma y tiene EPOC, los médicos lo sometieron a una batería de estudios completa. El diagnóstico fue “neumonía adquirida en la comunidad” (NAC) multifocal y quedó internado de inmediato. Desde el Servicio Penitenciario se activó el protocolo habitual, no se dispuso seguridad adicional. “Es el hospital más cercano a Sierra Chica, por lo que son muchos los reclusos que se atienden ahí. Se mantiene una custodia durante las 24 horas”, precisaron a BigBang.El diagnóstico es neumonía multifocal"
Al ingresar, Robledo Puch presentaba además un cuadro de “vómitos porraceos” (por acumulación de bilis), lo que derivó en un cuadro de hiponatremia. La disminución del sodio deterioró sus sentidos. “Los pacientes con este tipo de síntomas se muestran poco lúcidos, disminuye el sistema de alerta. Están como desorientados y con tendencia al sueño, por la falta de oxígeno que llega al cerebro”.