08 Julio de 2020 19:10
Elbio Hugo Eyheramonho, un empresario de 78 años, fue condenado a 18 años de prisión como autor del delito de abuso sexual agravado, en distintas formas, en perjuicio de cuatro nietas y una sobrina.
Todo comenzó hace casi dos años, en diciembre de 2018, cuando Macarena Eyheramono (24) contó la pesadilla que le tocó vivir, primero a través de las redes sociales y después en la Justicia.
En primera persona, relató los abusos a los que la sometió su abuelo, ingeniero civil y empresario de la construcción. Según contó, padeció sus ataques entre los 5 y los 11 años, de los que también fueron víctimas su hermana y dos primas, de 6, 5 y 14 años, respectivamente, en aquel entonces. Ella -junto al resto de su familia- lo enfrentó, lo denunció y hoy el acusado fue condenado a 18 años de prisión.
La sentencia fue dictada por los jueces Gastón Boulenaz, Andrés Olié y Alejandra Ongaro, quienes además dispusieron que el acusado siga con prisión preventiva hasta que la misma quede firme. Si bien para la fiscalía, para el empresario de la construcción de Santa Rosa le correspondía "28 años de prisión", los jueces optaron por condenarlo a 18 en el marco de la causa por "abuso sexual gravemente ultrajante".
Macarena -que creció en Santa Rosa, La Pampa- y hoy vive en Mar del Plata, donde se recibió de chef, reveló que todo salió a la luz en agosto de 2018, luego de que su prima, de por entonces 14 años y que estaba en la clase de ESI (Educación Sexual Integral), habló de los abusos que sufrió. Apenas se enteró, ella viajó a Santa Rosa y junto a su papá y su mamá, sus tías y tíos y su abuela, enfrentaron a Eyheramonho.
En esa reunión, que duró más de dos horas, lo confrontaron. Hubo gritos, mucha tensión. “Mi padre fue una especie de mediador, a pesar de que subió la voz, estaba enojado y en algún momento gritó”, afirmó.
En ese contexto, el acusado dijo una frase aberrante ante sus víctimas. “En un momento él (por su abuelo) dijo que a los niños había que iniciarlos sexualmente”, contó Macarena por aquel entonces.
Casi dos años después, Eyheramonho fue condenado por abuso sexual simple -por ser la víctima menor de 13 años-, doblemente agravado por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima y por el vínculo de parentesco (ascendiente), como delito continuado y abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, agravado por el vínculo de parentesco (ascendiente), como delito continuado.
Asimismo, abuso sexual simple- por ser la víctima menor de trece años-, agravado por el vínculo de parentesco (ascendiente); y abuso sexual simple -por ser la víctima menor de 13 años- , en dos oportunidades, agravado por el vínculo de parentesco (ascendiente), en concurso real; siempre teniendo los delitos como víctimas a las cuatro nietas.
JUSTICIA VIEJO! AL MACHO FACHO, ESCRACHO! Elbio Hugo Eyheramonho te mereces la carcel!!!! CONDENA PARA ESTE VIEJO...
Publicado por Maca Eyheramonho en Viernes, 14 de diciembre de 2018Con respecto a su sobrina, se le imputó abuso sexual simple -por ser la víctima menor de 13 años-, en dos oportunidades, en concurso real. A una de las nietas, el condenado le realizó tocamientos desde que tenía 6 años y hasta los 11 o 12, tanto cuando iba a visitarla -junto a su esposa- fuera de la provincia, como cuando la víctima se trasladó con sus padres a Santa Rosa.
De otra nieta abusó, también con tocamientos y conductas más obscenas, en su propio domicilio -cuando la niña lo visitaba frecuentemente entre los 6 y 11 años- y en una camioneta cuando regresaban solos de un campo que el acusado posee a unos 70 kilómetros de Santa Rosa.
Con respecto a una tercera nieta, con las pruebas reunidas durante el juicio oral, se probó que también le efectuó tocamientos en un baño de su casa, adonde sus padres la llevaban muy seguido y hasta se quedaba a dormir. A la nieta restante la agredió sexualmente con tocamientos cuando ella tenía entre 3 y 4 años y hasta los 7. Los hechos se repitieron en la vivienda del abuelo y, en al menos, dos oportunidades y en dos baños.
Todas ellas sufrieron afectaciones psicológicas en distintos grados, según consignaron los especialistas durante las audiencias, y una de ellas padece secuelas aún más graves. Finalmente, con respecto a la sobrina, se acreditó que la abusó en 2017 en, al menos, dos ocasiones. Una en la casa de la abuela paterna de la víctima y otra en la vivienda particular del agresor.
Tras conocerse la condena, Claudia Eyheramonho, hija del empresario condenado y madre de una de las víctimas, la más pequeña, declaró su satisfacción por la condena "pero fundamentalmente porque está adentro y de esta manera toda mi familia y mi madre, vamos a estar en paz, lo que no conseguiríamos si le dan prisión domiciliaria".