19 Octubre de 2017 10:03
Jonathan Luna engañó a Micaela Ortega, de 12 años, haciéndose pasar por una nena de su edad. Acordaron verse: la violó y la mató. Fue el único acusado de haberla asesinado.
El Tribunal Oral Criminal 2 de Bahía Blanca lo condenó a prisión perpetua por los delitos de "homicidio agravado cometido con alevosía, para procurarse impunidad o para consumar los delitos por los delitos, habiendo mediado violencia de género, comunicación electrónica con menos de edad y robo, en concurso real".
Luna engañó a la menor por Facebook.
La madre de Micaela, Mónica Cid, tras escuchar el fallo emitió una respiración de desahogo y se puso a llorar. Sus lágrimas contenían bronca, alivio y mucho dolor. La condena de Luna es el cierre de una etapa de lucha que implicó mucho compromiso por parte de la familia de la víctima.
Desde el 23 de abril de 2016, cuando su hija Micaela dejó la casa del barrio Noroeste y no supo más de ella, Mónica se sumó a la búsqueda. Tras el hallazgo de la niña sin vida reclamó una reparación judicial. Llegó a encadenarse frente al Congreso Nacional para exigir que los legisladores avanzaran en proyectos que buscan prevenir y castigar al delito de acoso tecnológico y grooming, del que fue víctima su hija.
Mónica reclama más campañas de concientización.
"Micaela era una luchadora y seguiré sus pasos", declaró Mónica ante los medios y sumó que seguirá reclamando más apoyo de los distintos gobiernos municipales, provinciales y nacional para informar sobre la problemática del acoso cibernético.
CLAVES PARA PREVENIR EL GROOMING
No hay recetas mágicas pero lo mejor y más efectivo es que los padres y madres generen espacios de diálogo con sus hijos para hablar de este tema.
Informarse
El primer paso es informarse. Conocer qué redes sociales utilizan los chicos, aprender a usarlas y saber cuáles son sus características para anticipar situaciones de riesgo.
Conocer las redes
Conocer las distintas plataformas, sus políticas de seguridad y cómo se instalan. Es importante navegar con los chicos por las redes que usan y las que no, para advertirlos de posibles engaños.
Poner condiciones de uso
Disponer horarios de uso, condiciones y tiempos de permanencia es fundamental para establecer la exposición de los menores a las redes.
Control
Usar las herramientas de control parental para impedir el acceso de los chicos a contenidos en la web que no sean convenientes para ellos.
Estar atentos
Tomar precaución de los estados de ánimo, los posteos y lo que comparten en las redes. Si se nota ansiedad, temor o aislamiento pueden estar siendo víctimas de violencia, abuso o extorsión.
Reacciones
Se debe tener en cuenta si un dispositivo cuando alguien entre en la habitación o se sobresaltan.
Dar el ejemplo
Mostrarse como un adulto usuario responsable. Evitar exponer información, datos o imágenes que expongan a la familia innecesariamente. Los hijos aprenden de los hábitos de los padres.
Realizar la denuncia
Si el grooming ya se concretó, hacer la denuncia en la comisaría o una fiscalía es la conducta más adecuada. Es un delito que tiene una pena de 6 meses a 4 años de prisión y hay un cuerpo especializado en la policía.
No eliminar mensajes
No borrar los mensajes ni bloquear las direcciones porque esto dificultará del acosador.
Hablar con frecuencia
Los menores que sean víctimas de un abusador, un pedófilo, o experto no deben ser castigadas. Merecen contención. No importa lo que haya pasado, deben ser escuchados sin ser juzgados.