El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°16 de Capital Federal resolvió esta tarde que el acusado de haber disparado contra Christoffer Persson, el turista sueco al que debieron amputarle una pierna tras ser baleado en diciembre de 2018 en el barrio porteño de Monserrat durante un asalto, sea condenado hoy a 15 años y tres meses de prisión, mientras que su cómplice recibió una pena 14 años y seis meses de cárcel.
Los jueces Cristina Bértola, Gustavo González Ferrari e Inés Cantisani encontraron a ambos imputados culpables como coautores del delito de “robo agravado por el uso de arma en grado de tentativa y lesiones gravísimas”, por lo que decidieron condenar y enviar a prisión nuevamente a Roberto Leonel "Chicho" Gramajo y a Rodrigo Armando Peláez, quienes llegaron al juicio ya detenidos.
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La pena impuesta por los magistrados fue superior a la solicitada la semana pasada por el fiscal a cargo de la investigación, Fernando Fiszer, quien había pedido 13 años y cuatro meses de cárcel para Peláez y 13 años y siete meses para Gramajo, porque contaba con una condena en suspenso previa de tres meses de prisión.Al exponer ante el TOC, Fiszer había recalcado que en este hecho “se provocó lesiones gravísimas a la víctima”, porque le tuvieron que amputar la pierna derecha, y que además “el comportamiento posterior de los imputados reveló un total desinterés por la vida ajena”.
Según la acusación, el 30 de diciembre de 2018, cerca de las 23.20, Persson y su novia María Izzo se encontraban parados en la vereda de Tacuarí al 700, mientras miraban en el celular el camino para llegar al hotel. En esa circunstancia, Gramajo bajó de un Peugeot 207 que manejaba Peláez, abordó a la pareja con una pistola Bersa calibre 22 y le exigió al turista que entregara el teléfono.
Sin embargo, la víctima forcejó con el delincuente para no entregar su celular, y en esa maniobra se produjo un disparo que impactó de lleno en la pierna del sueco, quien debió permanecer internado en grave estado durante varios días.
Por su parte, en los alegatos, los defensores de Gramajo y de Peláez, Osvaldo Miranda y Daniel Santangelo, pidieron la absolución de los acusados por entender que al no haberse encontrado el arma ni haberse identificado debidamente el vehículo que participó del hecho, las acusaciones eran “meras hipótesis”.
La secuencia del robo fue captada por una cámara de seguridad y allí se ve como un individuo joven, con gorra y un arma en la mano, se acerca a la pareja y luego de un forcejeo muy breve, el agresor se aleja volviéndose a subir al Peugeot 207 en el que se trasladaba.
La clave para esclarecer el caso fueron el análisis de ése y otros videos de cámaras de seguridad públicas, donde se detectó en la luneta de ese auto un casco de obra blanco y los investigadores determinaron a partir de ese indicio que el vehículo pertenecía a la flota de una firma constructora y por su rastreador satelital se lo encontró en un domicilio de la localidad bonaerense de Sarandí, donde se apresó a Peláez.
Dos días después, fue detenido Gramajo en la casa de su novia en la Isla Maciel, de Dock Sud, quien en la jornada inicial del juicio denunció que cuando declaró en la instrucción se había autoincriminado luego de un "apriete" de la policía.