Hace más de un año, el pueblo argentino sufrió un golpe inolvidable. El 25 de noviembre de 2020, Diego Armando Maradona murió en una casa de un country de Tigre. Primero hubo una despedida popular en la Casa de Gobierno. A los pocos días se supo que murió por una falla cardíaca y un edema pulmonar. La tristeza era el lugar común, hasta que un hecho particular causó repulsión e indignación a horas del fallecimiento del 10: los empleados de la funeraria Pinier habían posado junto al cadáver de Maradona y habían difundido las fotos.
Finalmente, la Justicia condenó a uno de los hombres. Se trata de Diego Antonio Molina, el empleado de la casa velatoria que se había sacado, al menos, dos fotos con el cuerpo de Diego Maradona. El hombre fue condenado por el delito de “profanación de cadáver humano” y por mostrar imágenes íntimas. Además de cuatro días de arresto, el ex empleado deberá realizar 50 horas de tareas comunitarias y donar 10 mil pesos a una fundación que ayuda a jóvenes con adicciones.
Molina fue condenado a la pena máxima por el Juzgado Penal Contravencional y Faltas 14 de la Ciudad. Por su parte, Claudio Fernández y su hijo Sebastián, las otras dos personas que se fotografiaron junto al cuerpo sin vida de Maradona, no recibieron sentencia porque pidieron la nulidad del juicio. Por ahora, la medida fue rechazada en primera instancia y se espera que, en poco tiempo, sean condenados.
En la noche del 25 de noviembre de 2020, Molina fue quien preparó el cuerpo del 10 en el ataúd. Luego fue el encargado de cargar el cadáver en la camioneta y trasladarlo desde la casa velatoria hasta la Casa de Gobierno, donde se hizo el último adiós. Durante todo ese proceso, Molina se fotografió en distintas ocasiones con el cuerpo sin vida. En una imagen se lo ve con una mano apoyada sobre el tórax del ex director técnico de la Selección. En otra, le toca la cabeza con una mano y con la otra tiene el pulgar levantado.
En cuanto a las imágenes del padre y su hijo que también se fotografiaron junto al cadáver, se lo ve al joven también con el gesto del pulgar levantado y con una sonrisa en su rostro. Más atrás, su padre mira a la cámara. Tras la viralización de las fotos, César Picón, dueño junto a sus hermanos Diego y Matías de la casa velatoria Pinier, ubicada en el barrio de Paternal, aseguraron que los tres hombres habían sido contratados por ellos de manera externa y que no pertenecían a la empresa. Jamás se pudo verificar la veracidad de esos dichos, ni por qué razón ellos se hicieron cargo de esa labor tan importante para la casa de sepelios.
Horas después de la viralización de las imágenes, fueron allanadas las dos sucursales de los Sepelios Pinier, en la avenida San Martín al 2900 y en Tres Arroyos al 1500, como también la casa de Claudio Fernández y de su hijo. En una entrevista, Fernández dijo: "Estábamos acomodando antes de llevarlo y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y ahí se sacó la foto. Sé que mucha gente se ha ofendido, lo ha tomado a mal, sé que molestó, me están llamando de todos lados. Pido disculpas”.
"Jamás pensé que la iban a subir o pasar a un grupo o que la viralizaran; por eso pido disculpas a todo el mundo públicamente y a Claudia, a toda la familia Maradona, a toda la gente y a la cochería, que no tiene la culpa de esto", finalizó el hombre que trabajó en Pinier durante siete años y fue despedido el 26 de noviembre.
En tanto, después de ocultarse por un tiempo, en la noche del 28 de noviembre de 2020, Molina se presentó en la Comisaría Vecinal 15A, en el barrio porteño de Chacarita. Ahí fue notificado de la causa judicial que se le había iniciado tras posar con el cadáver de Maradona.
Si bien la Justicia había actuado de oficio tras la difusión de las fotos, fue Matías Morla, el ex abogado y apoderado del 10, quien impulsó la causa en representación de las hermanas de Diego. Tras la condena, Morla dijo: “No hay pena suficiente para la aberración que hicieron estos salvajes pero tanto yo, como las hermanas de Diego, estamos satisfechos de haber logrado que ese hecho no termine impune”.
Y siguió: “Tal como le prometí a la memoria de mi amigo y a sus hermanas llevamos esta causa hasta el final y ahora vamos estar atentos a que se cumpla con las tareas y con la donación a la Fundación que ayuda a los chicos que tienen problemas de adicciones. Esperamos pronto se resuelva el recurso presentados por los otros dos imputados y que terminen con la misma pena”.