27 Mayo de 2020 13:10
El Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de Lomas de Zamora condenó a Marcos Bazán por el femicidio de Anahí Benítez, la joven de 16 años que fue violada y asesinada en 2017. Se trata del único acusado que llegó a juicio dado que el otro imputado, Marcelo Sergio Villalba, fue declarado inimputable por una junta médica. Las pruebas del caso, la declaración del testigo clave y el sabor a poco de la familia, que insiste en que hubo más implicados que nunca fueron investigados.
La lectura de la sentencia se transmitió por videoconferencia. El fallo fue unánime. Los únicos que pudieron acceder a la sala fueron los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; el fiscal Hugo Carrión; el abogado de la familia de la víctima, Guillermo Bernanrd Krizan; la mamá de Anahí, Silvia Pérez Vilor; y los abogados de Bazán, Eduardo Soares y Rosario Fernández. La pena y los fundamentos se darán a conocer recién el dos de junio. Bazán no presenció la audiencia, aunque siguió el juicio -que duró tres meses- desde la Unidad N°9 de La Plata, donde cumple prisión preventiva desde septiembre del 2017.
El fiscal había pedido la semana pasada la pena de prisión perpetua para Bazán, por considerarlo coautor y partícipe necesario de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género"; así como partícipe necesario de un "abuso sexual agravado por acceso carnal".
La autopsia y los peritajes confirmaron que el ADN encontrado en el cuerpo de la víctima coincidía con el de Villalba, pero una junta médica concluyó que no estaba en condiciones psiquiátricas de seguir el proceso. Es por eso que Bazán llegó como único sospechoso al juicio. La defensa del condenado sostuvo desde un principio la falta de pruebas en contra de Bazán y la imposibilidad de constatar el presunto vínculo con Villalba. Sin embargo, la declaración de uno de los testigos fue clave a la hora de su condena.
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Tal como publicó BigBang, el testimonio del adiestrador del perro Bruno, Diego Tula, fue uno de los más importantes durante el juicio. En su declaración, ratificó ante los jueces que Anahí estuvo con vida en la casa de Bazán y que Bazán caminó por la Reserva Santa Catalina, el lugar en el que se encontró el 4 de agosto el cadáver desnudo de la joven, quien había desaparecido el 29 de julio de ese mismo año.
"La defensa intentó tirar por tierra esta cuestión, con cosas para ensuciar la cancha, pero el tribunal los frenó a tiempo. La testimonial de Tula duró cuatro horas y después vino una policía que fue la encargada de hacer las diligencias y que acompañó a la policía del principio al fin", explicó en su momento el abogado de la familia de Anahí.
Entre otras cosas, Diego Tula contó cómo hicieron en primer lugar la diligencia en la casa del profesor de matemáticas Leonardo Agostino (uno de los primeros sospechosos que luego fue descartado) y la comparó con las que realizaron en la casa de Bazán, donde el perro descubrió el olor de Anahí. "Esta es una prueba directa, irrefutable. No hubo preguntas de la defensa que pudieran poner en dudas la efectividad de rastro", aseguró la mamá de la víctima.
Además de este testimonio, durante el proceso aparecieron varios indicios en contra del acusado. En primer lugar, los peritos expertos en toxicología indicaron que hallaron en el cuerpo de la víctima la presencia de diazepam, un sedante del sistema nervioso que sirve para relajar los músculos, el cual también se secuestró en la vivienda de Bazán. De igual modo, durante la investigación preliminar, la mamá de Anahí encontró entre las cosas de su hija una llave que abría una de las puertas de la casa del acusado, y de hecho, en la propia casa del imputado apareció también una tijera que siempre usaba Benítez.
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El proceso oral contra Villalba y Bazán comenzó el 17 de febrero pasado, y apenas una semana después los jueces resolvieron que el principal acusado, de quien se encontró semen en el cuerpo de la víctima, no sea juzgado debido a un cuadro de esquizofrenia que le provoca delirios místicos.
Ambos detenidos llegaron al juicio acusados por Fabiola Juanatey, la fiscal a cargo de la instrucción de la causa, como autores de los delitos de privación ilegitima de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género, aunque Villalba también estaba imputado por abuso sexual, lo que lo convertía en el sospechoso con más pruebas en su contra.