Dos homicidios, una trama narco y un presunto ajuntes de cuentas. Así se podría resumir al episodio ocurrido ayer por la noche en el barrio porteño de Belgrano en donde un hombre, de nacionalidad mexicana, y su hijo, oriundo de Colombia, fueron asesinados en circunstancias que todavía investiga la Policía de la Ciudad.
Para los investigadores se trataría de un ajuste de cuentas narco debido a que uno de los fallecidos se encuentra imputado en la mecacausa conocida como "Bobinas Blancas", en la que se frenó el envío de dos toneladas de cocaína que iban a salir del puerto de Bahía Blanca.
El narco asesinado ayer en el barrio porteño de Belgrano.
Los muertos fueron identificados como Rodrigo Alexander Naged Ramírez, mexicano de 59 años, y su hijo Jhon Naged, colombiano de 30 años, quienes se encontraban con su abogada cuando apareció un hombre armado en la casa cerca de las 22:35 de ayer.
El sujeto obligó a la mujer a atar a las víctimas y después la encerró en el baño de su propia casa. Desde ese lugar fue que escuchó los disparos y pidió ayuda a los gritos a través de una ventana.
Cuando llegó la Policía encontró los cuerpos de los dos hombres, tres vainas servidas de un arma 9 mm, y un cuchillo con restos de sangre. La principal hipótesis que se investiga es un posible ajuste de cuentas.
Naged Ramírez fue uno de los 17 detenidos e imputados hace un año en un megaoperativo que descubrió dos mil kilos de cocaína en la ciudad de Bahía Blanca. La droga estaba oculta en bobinas de acero, lo que dio origen al nombre del operativo, que se conoció como "Bobinas Blancas". El hecho ocurrió a mediados de junio de 2017.
La policía detuvo a cuatro narcos mexicanos en el estacionamiento del Bahía Blanca Plaza Shopping, por donde los sospechosos habían estado paseando unos minutos antes. Ese fue el puntapié inicial que permitió desbaratar a una banda de 17 personas vinculadas al peligroso cartel del estado de Michoacán.
Tres de los 17 imputados por la causa de Bobinas Blancas.
En el operativo secuestraron dos toneladas de cocaína valuadas en U$S 60 millones de dólares, disimulada en bobinas de acero especialmente acondicionadas para que los scanners no pudieran detectar el contenido.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich dijo a los medios en ese momento que la droga había entrado por Chile y que el objetivo de los detenidos era exportarla "fundamentalmente a Barcelona y a Canadá".