Las redes sociales y las aplicaciones de citas suelen permitir que muchas personas de diferentes partes del mundo se conozcan. También dan la posibilidad de que te encuentres con alguien que vive cerca, o está cerca tuyo, pero jamás te la habías cruzado. No obstante ello, también tienen un lado B: los riesgos a los que uno se expone al encontrarse con absolutos extraños.
Esto le sucedió a un hombre de 50 años, que vive en la ciudad balnearia de Mar del Plata, y cuya identidad no trascendió. Después de coordinar un encuentro a través de la plataforma Tinder, el hombre sufrió el robo de su casa, situada en la zona de la Plaza Mitre de la ciudad balnearia: lo desvalijaron y le robaron US$6.000 y $4.000 en efectivo.
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Todo comenzó cuando esta persona “matcheo” en Tinder con una mujer que le propuso encontrarse en un bar. Cuando la víctima llegó se encontró, para su sorpresa, con que la persona con la que había hablado estaba acompañada con una amiga. Después de una breve charla en el lugar, los tres partieron rumbo a la casa del hombre.
Ya dentro de la vivienda, según él mismo relató cuando realizó la denuncia, una de las chicas le dijo que bajaba a buscar alcohol, le pidió las llaves y partió. Regresó casi a los cinco minutos, sin la bebida pero con una sorpresa: dos de sus cómplices, hombres y armados. En cuestión de minutos, y a punta de pistola, le exigieron dinero y objetivos de valor mientras revisaban todo el lugar.
Entre los cuatro lo ataron de pies y manos para continuar con el registro de la vivienda. Cuando ya pensaron que no había más lugar en donde revisar, con el botín en sus manos, se dieron a la fuga. Después de hacer la denuncia en la Policía, en donde contó que también le robaron otros elementos de valor, los investigadores empezaron a atar cabos debido a que se había registrado hace 10 días una situación similar.
Es que en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 13 de esa ciudad existe un expediente similar de una denuncia de un hombre de 70 años que conoció a una chica por una red social similar a Tinder, Badoo, fue al encuentro con la joven y para su sorpresa sucedió algo muy parecido a lo que padeció la víctima.
Una de las hipótesis que maneja la Justicia es que ambos delitos estarían conectados, por lo que buscan determinar si efectivamente hay una banda de delincuentes que opera mediante esas app buscando víctimas que sean mayores de 50 años. Esto se debe a que las personas de esa generación hacia arriba no son conscientes de las formas de descubrir perfiles falsos o que tienen esa intención muy puntual.
A eso hay que agregarle la cantidad de personas que visitan la ciudad de Mar del Plata durante la temporada, cuya población fácilmente se cuadriplica durante dos meses lo que hace que sea más complicado poder encontrar rápido a los delincuentes.