
La Justicia de Santa Fe está en la mira de la sociedad luego de las acusaciones por los errores y omisiones en la investigación y las maniobras esgrimidas para negar las pruebas que presentó la familia de Lautaro Leandro, el joven de 22 años de la localidad bonaerense de Villa Fiorito que fue asesinado a balazos el 18 de septiembre de 2022, tras viajar a esa provincia para comprar una moto por Marketplace. Iván Carrizo, el único detenido ante un cómplice que nunca buscaron, espera a este miércoles 30 de abril para ver si puede llegar al juicio en libertad, lo que implicaría un potencial peligro de fuga.
"Tenemos tres posibilidades: el homicidio criminis causa, que pedimos nosotros para que le den perpetua; la que están pidiendo los fiscales Estanislao Giavedoni y Jorge Nessier de homicidio simple y la tercera es que le otorguen la excarcelación a Carrizo, para que espere el juicio en su casa", afirmó ante BigBang Florencia Leandro, hermana de quien fuera cantante solista y artista de la banda Fiorito Family. "Se quiere fugar", afirmó enseguida.
La preocupación de la familia es porque la jueza Celeste Minitti del Fuero Penal del Distrito Judicial N°1 de Santa Fe debe determinar este miércoles con qué carátula se lo va a juzgar a Carrizo. "El tema es que en la audiencia de la semana pasada manifestó que no había sido informada de ciertas pruebas que nosotros le presentamos en tiempo y forma", explicó Florencia. "Giavedoni dice que es mentira, que nosotros no presentamos esas pruebas, pero tenemos los mails de intercambio, más allá de haber viajado hasta Santa Fe a reunirnos con él a lo largo de estos tres años", argumentó.
Los antecedentes de Minitti la colocan en un lugar sensible desde la perspectiva de la familia Leandro. "Lo que nos llama la atención es que no es la primera vez que la jueza se ampara en decir: 'Yo no estoy informada de esto', para tomar determinaciones escandalosas y no queremos que el caso de Lautaro sea una oportunidad más para que esto suceda", cuestionó la hermana de la víctima.

Otra de las objeciones al trabajo del Ministerio Público de la Acusación (MPA) fue que nunca fueron a buscar al cómplice de Carrizo. "No te puedo decir que está prófuga porque ni siquiera lo están buscando", lamentó Florencia. Justamente a la familia de Lato le llegó información por redes sociales con la imagen de otra persona que dispara, reconocida por los dos acompañantes que fueron con Lato a Santa Fe, cuando este fue asesinado.
"Esta persona es el tío de Carrizo, hermano de la madre. Y, lo que se dice, es que en el momento en que lo matan a Lautaro debería estar detenido", denunció la hermana de Lato. "Son personas que salen a robar para la Policía. Por eso también toda esta intención de ocultar por detrás. No sé si había una recompensación económica o una devolución de favores, en darle una pena más baja a Carrizo y no detener a la otra persona", especuló.

"Nosotros toda esta información se la presentamos a Fiscalía. Ellos decidieron en una primera instancia llevar a juicio a Iván y después llegar a investigar sobre la otra persona. Cuando sabemos que una vez que llega a un juicio, difícilmente se retome la investigación", cuestionó Leandro, en una denuncia a los errores en la investigación.
Otra de las fallas de la investigación puede sonar insólita. Según informaron, recién en los últimos días se enteraron de que la víctima tenía dos celulares, uno con todo pero sin WiFi, que se llevaron los asesinos, y otro viejo que oficiaba de antena, que es el que se quedó la Policía. "Ahora lo que manifiesta la Fiscalía es que ellos desconocían de ese segundo celular, cuando supuestamente a nosotros todo este tiempo nos estaban diciendo que estaban pidiendo los permisos correspondientes a Facebook y demás para que puedan acceder a los mensajes que habían sido borrados", señaló Florencia.

Peor aún, nunca pudieron acceder a los mensajes borrados con los asesinos, cuando estos habían sido encontrados por la familia Leandro "en una noche", y se habían enviado a la Fiscalía. No sólo eso, hasta cerraron la cuenta de Facebook de la víctima. "Ellos son los únicos que tenían acceso", expuso Florencia.
La impericia demostrada por la Justicia santafesina, voluntaria y corrupta o involuntaria e inepta, en particular por los fiscales Giavedoni y Nessier, pero también por parte de la jueza Minniti, llevó a la familia Leandro a la necesidad de recurrir a que se sepa cómo actuaron en el caso de su hijo. "Este es el último recurso que nosotros optamos, el de salir a escracharlos con nombre, apellido y que se vean las caras, porque, lamentablemente a tres años, nos estamos enterando que nos estuvieron mintiendo todo este tiempo", sentenció.