Dahiana Gisela Madrid, la enfermera que atendía a Diego Maradona en su internación domiciliaria, declaró por casi siete horas ante los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra -el equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro John Broyad- y resaltó que su única labor era la de administrarle la medicación al ídolo en la casa de Tigre.
Dicho sea de paso, la profesional de la salud apuntó contra sus superiores, Mariano Perroni, la médica de la prepaga Nancy Forlini y la psiquiatra Agustina Cosachov, advirtió que la gente a cargo del cuidado de Diego le aseguró que no eran necesarios los controles y remarcó que en la casa de Tigre "no había ningún acondicionamiento" para la patología cardíaca que presentaba Maradona, a la cual definió como "una bomba de tiempo".
Madrid fue acusada de “homicidio simple con dolo eventual” junto al neurocirujano Leopoldo Luque (39), la psiquiatra Agustina Cosachov (35), el psicólogo Carlos Ángel "Charly" Díaz (29), el enfermero Ricardo Omar Almirón (38), la enfermera Dahiana Gisela Madrid (36), el coordinador de los enfermeros Mariano Perroni (40) y la médica que coordinaba la internación domiciliaria para la prepaga Swiss Medical, Nancy Forlini (52).
A raíz de la conclusión de la junta médica interdisciplinaria que determinó, entre varios otros puntos, que la muerte de Maradona se pudo haber evitado y que el astro agonizó durante 12 horas, los fiscales la citaron a una nueva ronda de declaración indagatoria junto a los otros seis imputados. Vale aclarar que el informe de los peritos determinó que el control sanitario en la casa del barrio San Andrés fue “deficiente, inadecuado y temerario”;
Además, resaltó que a Diego lo “abandonaron a su suerte”. De hecho, el horario real de la muerte de Maradona contradijo las primeras declaraciones de la enfermera Madrid, quien había señalado que el ídolo se había levantado por la mañana. En este contexto, la enfermera contó que el 13 de noviembre, primer día que fue a trabajar a la casa del barrio San Andrés, fue la primera y "única vez" que pudo tener contacto personal con Maradona.
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Allí, le tomó los signos vitales y lo bañó. Tres días después, es decir, el día 16, cuando fue por segunda vez, el propio paciente la echó e incluso amenazó con tirarle "por la cabeza" un "cargador de celular". Por esa razón, Madrid explicó que nunca entraba a la habitación del por entonces DT de Gimnasia y que la mayoría del tiempo estaba "afuera, debajo de las plantas" o "sentada en el living" sin hacer ruido.Según declaró, el entorno de Diego, a cargo de la internación domiciliaria, le habían dicho que "los enfermeros estábamos para dar la medicación en tiempo y forma para que el paciente no se automedique, que no era necesario que se controle". Consultada sobre quiénes daban las indicaciones, Madrid fue clara y respondió que era su coordinador, Mariano Perroni, el sobrino de Maradona, Jonathan "Jony" Espósito, y Maximiliano Pomargo, cuñado de Matías Morla.
También resaltó que recibía órdenes de Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov. "Nosotros solo teníamos la medicación. Nada más. Había que hacer lo que el paciente quería, si el paciente se dejaba tomar los controles. Todo según lo que el paciente quería o disponía. No había que molestarlo, no había que ingresar a la habitación, solo darle la medicación en tiempo y forma únicamente", agregó.
Al igual que el enfermero Ricardo Omar Almirón, quien fue el encargado de reabrir la nueva sesión de indagatorias este lunes, Madrid explicó que nadie le informó los antecedentes de salud de Maradona: "Las patologías que tenía el paciente me enteré después. Cuando llegué al domicilio pregunté si teníamos una epicrisis y me dijeron que no". "Si vos sos un paciente cardíaco, sabés que sos una bomba de tiempo", dijo.
Y siguió: "Pero no había ningún acondicionamiento para la patología del paciente. Lo único que había era control de signos vitales. Un termómetro y un saturómetro". En esa línea, resaltó la ausencia de un "desfibrilador, un tubo de oxígeno, un 'abocat'" -que es un dispositivo que se usa para pasar medicación por vía- en la casa y aclaró que "no había un monitor cardíaco que era necesario siendo un paciente cardíaco".
Madrid también se refirió a la caída que sufrió Maradona el pasado 18 de noviembre, poco antes de su muerte, en su habitación y que ella recomendó "llevarlo a una guardia o a una clínica para que le realicen una tomografía", pero que "Maxi" Pomargo se puso a hablar por teléfono con alguien y le dijo que no, porque el incidente podía "salir en los medios".
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Sobre el día del fallecimiento, reconoció que nunca entró a la habitación, que solo le dio la sensación por lo que escuchó desde el living, que Maradona se levantó para orinar en el baño portátil que tenía junto a la cama, y criticó a Cosachov al comentar que cuando le pidió ayuda para reanimación, notó que la psiquiatra "no estaba haciendo bien a las maniobras" de RCP, por lo que continuó ella con las tareas.
Además, volvió a complicar la situación de su jefe Perroni, y ahora también de otra de las imputadas, Nancy Forlini (52), que es la médica que coordinaba para Swiss Medical la internación domiciliaria del "10", al afirmar que fueron ellos quienes le pidieron que elabore, con Maradona ya fallecido, el informe en el que constaba que aquella mañana había intentado controlar al "10", que él se había negado, algo que no sucedió porque no tuvo contacto con el paciente.
Dijo que confeccionó esa planilla al volver a la casa de Maradona, luego de declarar en la fiscalía y "afuera en el capot del coche del coordinador", mientras Perroni hablaba por celular con la médica de la prepaga. "Forlini quería que ponga horarios y demás así que me hicieron transcribirla y la transcribí. Ella decía que tenía que ser una planilla bien completa", comentó.
En el final de la indagatoria, el defensor de la enfermera, Rodolfo Baqué, introdujo una batería de preguntas a su clienta con las que dejó expuesto, a partir de una serie de mensajes y audios, la supuesta intención del psicólogo Carlos Díaz, también imputado en la causa, y de la psiquiatra Cosachov de responsabilizar por la muerte de Maradona a su clienta y a Swiss Medical y de instalar esa teoría en algunos medios, plan del que la imputada contestó que desconocía.