16 Octubre de 2018 17:35
Ariel Norberto García tiene 37 años y está detenido desde el domingo, luego de que se lo acusara de haber asesinado a Carolina Medina, una joven de 25 años que estaba embarazada de siete meses y que apareció muerta en un hotel alojamiento de Florencio Varela.
Al sospechoso se logró llegar gracias a unas cámaras de seguridad que captaron el momento en que salía de "Susurros" y gracias a la identificación de su padre, la policía pudo apresarlo.
A pesar de estar acusado por el homicidio de la joven, este martes García se negó a declarar ante la fiscal que investiga el caso, aunque estas horas que estuvo preso sirvieron para que los investigadores descubrieran que el acusado tenía antecedentes penales y serios problemas con la droga.
Carolina Medina estaba embarazada de siete meses y fue encontrada muerta en un hotel alojamiento.
Según explicaron fuentes de la investigación a Clarín, el acusado de la muerte de la embarazada se negó a declarar ante la titular de la UFI N°3 de Florencio Varela, la fiscal Gisela Olszaniecki, quien lleva adelante el caso e inculpa de “homicidio y aborto” a Ariel Norberto García.
Aunque el sospechoso no quiso contar qué fue lo que pasó en las horas previas a la muerte de Medina, sí dijo que tenía antecedentes penales por robo y que había cumplido parte de la condena en el penal de Gorina y la otra parte en un centro de adicciones porque tenía problemas con las drogas.
El sospechado fue identificado gracias a una cámara de seguridad.
Lo cierto es que el detenido fue interceptado por la policía gracias a la ayuda de su padre, ya que cuando trascendieron las imágenes de la cámara de seguridad del hotel, el hombre se dio cuenta que era su hijo el huía del lugar tras dejar sola a la embarazada. De este modo, en el momento en que los oficiales llegaron hasta él, contó lo que sabía, y en la noche del domingo García fue apresado en su casa de Don Bosco.
Por otra parte, Alfredo Santos, la pareja de la joven fallecida, habló este martes en los medios y contó que él y Medina estuvieron el viernes juntos, hasta que en la madrugada del sábado ella dijo que tenía un antojo y salió a comprar un chocolate al kiosco que está a la vuelta de su casa, en Quilmes.
Según él, luego de eso no volvió a saber más nada de su mujer, por lo que el sábado hizo la denuncia, y horas después los oficiales le dijeron que habían encontrado el cuerpo sin vida de una chica embarazada.
Como Carolina Medina no tenía su DNI encima, Santos debió ir a la morgue para reconocer el cuerpo, y cuando vio la cara de su mujer, las peores sospechas se confirmaron.
Ante la prensa, Santos sostuvo que su mujer tenía dos hijos de otra relación, lo cuales vivían con ellos, y que por lo vio cuando fue a la morgue, cree que Medina fue retenida contra su voluntad por el sospechoso, quien a la fuerza la llevó al hotel donde luego apareció muerta.
La autopsia realizada en el cuerpo de Medina determinó que murió “desangrada a causa del desgarro que sufrió en los órganos del aparato urinario, digestivo y reproductor producidos por un objeto”.
Se cree que la muerte de la joven se produjo tras un juego sexual.
Aunque no está confirmado el móvil del crimen, la Justicia cree que esas lesiones fueron provocadas durante un juego sexual y se sospecha que el objeto utilizado fue una botella de cerveza que la pareja pidió a la habitación del hotel y que no estaba en las escena del crimen.
Del mismo modo, se sospecha de la posibilidad de que existiera en un primer momento una relación consentida que luego terminó en una terrible violación.