Los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa serán trasladados mañana desde la Penitenciaria 6 de Dolores a los tribunales de Villa Gesell para una audiencia judicial.

El operativo se realizará a las 6 de la mañana en un ómnibus preparado para el traslado de detenidos custodiado por dos móviles de la Dirección de Operaciones Especiales (DOE) del Servicio Penitenciario Bonaerense. 

Audiencia clave

El transporte partirá desde el penal donde se alojan los imputados, ubicado en Riobamba 251 (Dolores) hacia los tribunales de Villa Gesell, situados en Paseo 130 y Boulevard Silvio Gesell: un recorrido de unos 200 kilómetros que se transita en poco más de dos horas. 

A partir de las 8.30, aproximadamente, los rugbiers participarán en la audiencia encabezada por el juez de Garantías David Mancinelli antes de resolver el pedido de prisión preventiva formulado el lunes por la fiscal de la causa, Verónica Zamboni.

Pero eso no es todo. Su abogado anticipó que solicitarán la detención domiciliaria en caso de sostenerse la medida preventiva, motivo por el cual sera clave la presencia de los ocho imputados quienes, hasta el momento, nunca tuvieron contacto con el juez de la causa.

"No se descarta que puedan llegar a declarar", sostienen desde su entorno. Sin embargo, eso lo decidirán sobre la marcha, en especial después de escuchar los pedidos que llegarán por parte de la defensa de Fernando Burlando.

Al momento, el abogado de los imputados solicitó extremas medidas de seguridad para el traslado y la prohibición de la prensa en la audiencia que es de carácter público. Ambos requerimientos fueron aceptados por el juez.

Pero eso no es todo, los rugbiers también exigieron que se garantizara su protección y se "resguardara su imagen": no quieren que sus rostros sean tomados por los fotógrafos y las cámaras de televisión.

Presentación espontánea

Paralelamente, un joven que había sido mencionado por los imputados en varios chats, y de quien se sospechaba que pudiera estar también implicado en el crimen, se presentó el miércoles ante la fiscalía para ponerse a disposición de la Justicia.

Identificado como "Salvador", se pensaba que podría ser el "sospechoso 11" señalado por Fabián Améndola, abogado de la familia de Báez Sosa. Sin embargo, la fiscal Zamboni le notificó que no está imputado ni habría elementos para sospechar de él.