La investigación sobre el crimen del ingeniero electrónico de 71 años Roberto Eduardo Wolfenson Band, ocurrido hace una semana en el country La Delfina de Pilar, avanzó en una cuestión fundamental: hallaron un rollo de tanza que sería el arma con la que lo habrían asesinado. Además, un amigo de la víctima deslizó dudas sobre su fecha de defunción, la cual estaba establecida entre las 10 y las 17 del último viernes, y afirmó que para él ya lo habían matado un día antes.
Durante el operativo que encabezó el fiscal Germán Camafreita en la casa de Wolfenson, acompañado de su viuda, fue que dieron con el rollo de 100 metros de "Tanza nylon puro - Gaetani Hnos", con el cual estiman que se le quitó la vida. Todavía resta que se le realicen pericias para establecer si esto es así o la especulación no coincide con la evidencia física presentada.
A su vez, la viuda de Wolfenson también remarcó la ausencia de los guantes de látex que utilizaba la empleada doméstica del hogar cuando limpiaba. Estos podrían haber sido parte de la escena del crimen con el fin de evitar dejar huellas, aunque también hay otras versiones que aseguraron que podrían haber tenido otro fin.
El representante legal de los dos hijos mayores de Wolfenson, el letrado Tomás Farini Duggan, señaló a Télam que también estos elementos podrían haber tenido otro fin. Según especificó, la utilización de este tipo de tanzas tan finas para ahorcar también cortan a quienes las manipulan. En ese sentido es probable que el homicida se haya puesto los guantes para evitar herirse y perder sangre en la escena del crimen.
Además, la viuda denunció dos cosas que no estaban y generaron sospechas en la investigación. Por un lado un parlante, y por el otro un almohadón. Ambos objetos podrían, también, haber tenido algún uso durante el momento del crimen, por lo que se está analizando la prueba para confirmar estas hipótesis.
"Por ahora no se descarta ninguna hipótesis, incluso, la de un robo", reconocieron los investigadores. La definición se da en el marco de que en la escena no había nada revuelto ni contaba con las características propias de estos ilícitos. Además, dentro quedaron objetos de valor y hasta una caja fuerte que tenía dinero.
Al mismo tiempo, un vecino y amigo del ingeniero declaró ante la Justicia y sembró dudas respecto a la fecha de defunción de Wolfenson. Mientras que la pericia afirmó que esta se dio el viernes entre las 10 y las 17, este hombre con quien la víctima frecuentemente salía a caminar, sugirió que para él "lo asesinaron el jueves". La razón que enarboló tiene que ver con que desde ese día le envió mensajes que nunca llegaron y que "quedaban con una sola tilde".