La noche del 30 de julio sería la última que viviría Víctor Meza Maldonado. El hombre, de 69 años y residente de Esquel (Chubut), murió apuñalado en un hecho que, como dato llamativo, tiene como único testigo a un hombre ciego.
Uno de los imputados es sordomudo y tuvo que ser asistido en la audiencia.
Los sospechosos, cuatro hombres de 18, 19, 23 y 27 años, fueron detenidos mientras intentaban huir de la ciudad e imputados por el homicidio. De acuerdo con el relato del amigo no vidente de la víctima, lo asesinaron luego de vandalizar gran parte de la casa.
Según su versión, lanzaron piedras al techo, rompieron vidrios de las ventanas y entraron destruyendo la puerta. Además de apuñalar a Meza, lo golpearon a puñetazos y patadas, y prendieron fuego un colchón antes de retirarse.
Versiones cruzadas
Y, a lo atípico del testigo del crimen, se sumó otro rasgo particular de uno de los acusados: es sordomudo y tuvo que ser asistido por una intérprete de señas durante el proceso judicial.
El juez José Colabelli decidió la prisión preventiva para el principal acusado.
Frente al fiscal Marcelo Crettón y el juez José Colabelli, ninguno admitió haber sido el que apuñaló a Meza. Uno de ellos, quien conducía el automóvil con el que llegaron al lugar, señaló que se fue de la casa cuando comenzó una discusión entre la víctima y uno de los imputados.
Mientras tanto, otro de los acusados apuntó directamente al supuesto autor, señalando que se cambió de ropa después del crimen para ocultar las manchas de sangre y que los amenazó de muerte para que no lo denunciaran.
Los acusados ofrecieron diferentes versiones de los hechos.
En ese sentido, Colabelli decidió que el supuesto autor material quede detenido con prisión preventiva en la Comisaría 1° de Esquel por tres meses. Los otros tres imputados, mientras tanto, conservarán la libertad pero deberán presentarse semanalmente frente a las autoridades policiales, y no podrán salir de Esquel o tomar contacto entre ellos o con el detenido.