Eran las seis de la mañana del lunes 25 de diciembre del 2017. Hacía muchísimo calor. Todos los boliches de la Costanera colapsaban. Fernando Pastorizzo se encontraba solo, sentado a pocos metros de la entrada de la disco Bikini. Lloraba desconsoladamente. Acababa de ser humillado, una vez más, por su novia desde hacía cuatro años, Nahir Galarza. Así comenzaba la mañana de Navidad, su última navidad con vida.
Después de brindar con sus padres, Nahir se encontró con dos amigas más para hacer "la previa" antes del boliche. Eran pocas, pero se conocían desde la infancia. Incluso, con una de ellas había estudiadio todo el colegio secundario. En efecto, la estudiante de abogacía celebraba la visita ocasional de Sol, una de sus mejores amigas, quien se había instalado en Concepción del Uruguay luego de recibirse.
Pelea en Navidad: la paliza de Nahir a Fernando
"¿Qué te pasó en la pierna?", le preguntaron. En efecto, Nahir tenía un golpe en el muslo. "Me pegó Fernando", respondió la condenada asesina. Aquel golpe, descripto por el perito de la causa como un raspón leve, fue la base de la defensa de Nahir durante el juicio: instalar que la joven era víctima de violencia de género, algo que el Tribunal desestimó por completo.
"Me pegó", insistió Nahir esa noche. Todas sabían de quién hablaba, pero no era asiduo el contacto entre ellos. "No lo conocíamos mucho, pero era el novio. Estaban juntos. La relación no era sana, ella vivía obsesionada con darle celos", confió a BigBang una de las amigas de Nahir quien no sólo "le soltó la mano", sino que además se negó a formar parte de la escasa lista de testigos que los abogados de Galarza pudieron sumar al juicio.
Nahir y el recorrido hacia la muerte: los últimos minutos de Fernando con vida
Ya dentro del boliche, Nahir cambió de actitud cuando vio a Fernando. Sabía que iba a estar en Bikini, eso no fue lo que motivó su transformación. "Era un clásico. Cada vez que lo veía en algún boliche, ella iba y se comía a un pibe adelante suyo para darle celos. Lo mismo hizo esa noche. No lo hacía porque quería estar con otros, lo hacía para enojar a Fernando", suma la testigo.
Cuando Fernando subió al segundo piso de la disco se encontró con una postal reiterada, pero no por eso menos dolorosa: su novia besando a otro. ¿Quién era ese chico que seis después los abogados de Nahir intentaron presentarlo como "novio" en el juicio para desterrar el agravante del vínculo?
Escena del crimen: este es el lugar en el que Nahir acribilló a Fernando
Rafael Destéfano nunca imaginó que la chica que besó aquella Navidad, la misma con la que mantenía una relación de "amigos con beneficios", se convertiría sólo una semana después en una asesina. Se conocieron en el secundario y también compartían club: los dos jugaban al hockey. Habían empezado a salir a finales de septiembre, pero Rafael no sabía que el chico al que Nahir llevaba a su casa era otro: Fernando.
"Nos veíamos en plazas o caminábamos por la Costanera. Tomábamos mate y charlábamos de nuestra vida. Eramos amigos con derecho, pero sólo tuvimos sexo una vez", reconoció el joven durante una de las audiencias del juicio. La existencia de Fernando en la vida de Nahir era algo que desconocía. En efecto, se enteró cuando la asesina publicó una historia en Instagram a los pocos minutos de haberle disparados dos veces en la que se despedía de su "ángel".
Pero Nahuel no presenció la última pelea de Nahir y Fernando. Después de besarla, el joven se fue para otra parte del boliche. Ese fue el momento en el que "Nando" la increpó. "¿Qué hacés con otro tipo?", le espetó de entrada. Las amigas de Nahir, entre ellas Sol, recordaron lo que les había dicho Nahir sobre el golpe en su pierna. Intercedieron de inmediato. Ella lo había agarrado de los brazos y él de los hombros.
"No le pegués nunca más a una mujer", intervino Sol. Fernando, como reacción, al tomó de los brazos. "En ese momento le di una trompada en el ojo derecho. Él se puso a llorar, me dijo que nunca le había pegado a una mujer y que tampoco lo haría porque había sufrido hechos de violencia desde chico", reconstruyó la ahora ex amiga de Nahir durante el juicio.
Las manos de Nahir: la reacción cuando le mencionaron durante el juicio el arma homicida
Después de ese violento episodio, Fernando salió a tomar aire. Se sentó en un estacionamiento y lloró desconsoladamente. "Nahir, por lo que nos contó, salió a verlo. Lo notó muy angustiado, pero ella no entendía por qué. Como que no registraba lo que le había hecho", reconoció otra amiga de la asesina a BigBang.
Lo que sucedió después, lo contó el propio Fernando. A las 8.45 de la mañana les mandó a sus amigos un crudo audio de WhatsApp en el que reconstruyó la golpiza que había sufrido al salir de Bikini en manos de Nahir y de otra de sus amigas. Según su testimonio, ella lo "metió en el local de su abuela", lo encerró y comenzó a golpearlo y amenazarlo.
"¡Perdoname, hija!": así se quebró la mamá de Nahir en su declaración
"Recién pude salir, boludo. Recién salí de la casa. No digan nada, porque me dijo que si yo contaba algo iba a salir a decir que yo la había maltratado a ella. Nunca en mi puta vida la toqué. Estoy todo cagado a trompadas. ¿Quién es esta hija de re mil puta que viene a meterme en su casa para cagarme a trompadas? Nunca le pegué a nadie, boludo; me viene a pegar a mí. Se me parte la cabeza mal. Me azotaron la cabeza contra la pared como cuarenta y cinco mil millones de veces", relató Fernando.
Nahir negó el ataque. Lo mismo hizo Sol, aunque reconoció haberlo golpeado en el boliche. Sin embargo, esa noche marcó un antes y un después. Fernando, después de tantos idas y vueltas, la dejó. Esta vez iba en serio. No sólo por el tenor de sus mensajes y la contundencia con la que le escribió que no la quería ver "nunca más". Otro dato se sumó a la ecuación letal: en pocos meses, Fernando iba a estar por primera vez lejos de las garras de Nahir: su plan era instalarse en febrero para empezar a estudiar en Paraná; la misma ciudad en la que hoy su asesina cumple su condena perpetua en el penal de mujeres.