La situación demuestra un grado de irresponsabilidad e insensibilidad increíble. Según personal policial de la Comisaría 13, mientras realizaban controles y consignas se anotician, a través de un aviso, que en la calle Galicia 1477 había un bebé solo llorando en el interior una camioneta Amarok.
La beba fue rescatada por efectivos policiales.
Efectivos policiales que se encontraban cerca de la zona se constituyen en el lugar para investigar el hecho y comprueban que, efectivamente, había una camioneta con las puertas cerradas y los vidrios bajos, y en su interior un bebé que lloraba desconsoladamente.
La bebé estaba abandonada en el interior del vehículo.
No había ningún familiar en las inmediaciones, por lo que se procedió a abrir la puerta y se rescató a la bebé, a quien un oficial alzó en brazos y logró tranquilizar.
Instantes después se acercó la tia abuela de la nena, Hilda Apaza Quispe, de 45 años, verdulera, y nacionalidad boliviana cuya vivienda estaba a metros del lugar, en Galicia 1442. La mujer fue trasladada a la dependencia policial junto a la menor donde se dio intervención a la autoridad competente y se labró una denuncia a la madre y a la abuela, que se retiraron con la bebé.