Las imágenes de cómo fue el ataque que derivó en la muerte cerebral de Lautaro Alvaredo, las cuales salieron a la luz en las últimas horas, terminaron con la teoría de la trifulca. Al joven de 19 años lo mataron entre al menos tres personas que lo golpearon en el piso, con la estocada final -un puntapié en la sien- por parte de Agustín Noguera Galiano, de la misma edad que el difunto.
La investigación también identificó a Román Faray, otro de los atacantes, justamente quien golpéa en la nuca a Lautaro, dándole el golpe que lo dejó en el piso a merced de quien lo ejecutó. Al mismo tiempo, el fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza está detrás de la pista del tercero del grupo, de quien todavía no se brindaron detalles.
"Se han hecho varios allanamientos en busca del sospechoso", revelaron desde el entorno de los investigadores. También le afirmaron al medio que no saben si a partir del golpe de Faray, Lautaro quedó inconsciente o no. "Al menos se mantuvo quieto en el piso", le detallaron al portal Infobae.
Por otro lado, en la señal TN, Daiana, una de las tías del fallecido fue cruzada de forma telefónica con el abogado Fernando Burlando, a quien le pidió respaldo para poder llegar a la verdad y encontrar justicia para su sobrino. "Queremos que nos ayude porque es un caso igual al de Fernando Báez Sosa", reconoció la mujer. Es necesario aclarar que el letrado fue el defensor del adolescente asesinado en Villa Gesell en el verano de 2020.
"Lautaro era un nene bueno, se dedicaba a estudiar. Imaginate que era la cuarta vez que pisaba un boliche a sus 19 años, ahí te das una idea la clase de nene que era", describió Daiana. "Estoy dispuesto a dar una mano desinteresadamente. Yo estoy para escucharlos sin ningún tipo de inconvenientes", aseguró Burlando, poniéndose a disposición de la familia.
"Te pido con una mano en el corazón por mi primo que esto se resuelva, que encuentren al culpable. Porque tiene el dato de uno, pero son más los que le pegaron", remarcó la familiar del difunto.
"Parece que a veces las malas experiencias no generan una enseñanza. Yo creo que sí tomaron conciencia muchos jóvenes, pero siempre hay como fugas que nos permiten ver más tragedias. No es la primera vez que se da desde lo de Fernando", evaluó el abogado.
Además, respecto a la problemática de la violencia en los boliches, que parece que nunca termina. opinó: "Lo de Fernando fue un caso bisagra, mucha gente tomó conciencia de la gravedad de estos actos de agredir. Sigo teniendo fe que la prudencia le gane a la violencia".
Otro elemento que salió a la luz en el último tramo de la investigación fue una captura de pantalla de la última conversación que Lautaro mantuvo por Whatsapp con su padre. "Hola, pa. Te venía a decir que acá está todo bien", le escribió el joven de 19 años.
"Dale. ¿Dónde estás?", quiso saber Diego, su papá. "En frente de la Plaza de Laferrere. Un boliche que se llama Cyrux", detalló el joven. "Bueno, cuidate y alejate de los problemas", le pidió su progenitor. "Sí, dale pa. Un beso", saludó el chico. "Otro. Pasala lindo", agregó el padre. "Bueno gracias", cerró Alvaredo.
Sin embargo eso no pasó. A la salida del local bailable Lautaro defendió a un compañero y recibió una patada en la cabeza que lo dejó con muerte cerebral. Ahora, la familia espera qué decisión tomar tras dialogar con el INCUCAI para donar sus órganos.