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De Castillo a Lázaro: la misteriosa ruta de las bóvedas ocultas y los tesoros malditos

La bóveda oculta adjudicada al Rey de La Salada reflotó el supuesto tesoro inhallable de Lázaro Báez. ¿Cómo se oculta el dinero?

22 Junio de 2017 08:52
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La escena podría ser de una película del Lejano Oeste, esas en las que Clint Eastwood caza recompensas o esconde tesoros en desiertos a los que se llega después de varias horas de andar a caballo. Pero la historia es actual y no hay mapas ni cowboys. La búsqueda del presunto tesoro de Lázaro Báez en el sur incluyó hace un tiempo a excavadoras, helicópteros y perros adiestrados en detectar billetes enterrados. Pero hasta ahora no apareció nada. Hoy salió a la luz el tesoro oculto de Jorge Castillo, el Rey de la Salada detenido ayer por asociación ilícita. En su oficina tenía  nueve cajas fuertes ocultas en paredes y puertas falsas.

Había 9 cajas fuertes escondidas en una bóveda de Castillo.

Luego de cortar, romper y demoler distintas partes de la oficina de Castillo se logró dar con las cajas fuertes. Al abrirlas se encontraron más de once millones de pesos. 

Parte del dinero hallado por la Policía.

 Castillo vivía en una mansión y llevaba una vida lujosa. 

Castillo viajaba por el mundo.

La bóveda adjudicada a Castillo volvió a reflotar el supuesto tesoro que oculta Báez, el empresario K detenido por corrupción. BigBang consultó a los ladrones de bancos más grandes del país para preguntarles si es posible que la fortuna del empresario kirchnerista aparezca algún día.

Lázaro sigue detenido en el penal de Ezeiza.

Vitette Sellanes y el tesoro de Lázaro

"Lo más seguro es que la plata no aparezca. En todo caso, el tesoro ya apareció: son todos los campos y propiedades que tiene Lázaro, además de los autos y del valor de sus empresas. Pero dudo de que aparezca alguna moneda en efectivo. ¿Alguien puede pensar que la enterró? ¡No seamos ingenuos!", dijo Luis Mario Vitette Sellanes, uno de los líderes de la banda que el 13 de enero de 2006 robó más de 20 millones de dólares del banco Río de Acassuso. Se lo conoció como el robo del siglo.  

Vitette junto a su esposa. Dice que su botín se esfumó.

Para Julián Zalloechevarría, miembro de la banda de Vitette, Lázaro tuvo tiempo de ocultar el supuesto botín. "Pudo haber usado testaferros o mandado la guita al exterior. Además (JorgeLanata había mostrado cuando en lugar de los bóvedas hizo construir una bodega", opinó el ladrón.

Zalloechevarría, en el medio, durante el juicio contra la banda del siglo.

 

"Al lado Lázaro, parezco un bebé de pecho, un simple ladrón de gallinas. Metieron la mano en la lata como loco. Nuestros tesoros son ínfimos en comparación con los de los políticos corruptos. A Castillo no lo conozco, pero parece que ese señor hacía buenos negocios", dijo el

Gordo Valor, que robaba bancos y blindados.

"¿Donde escondía la plata? Simple: en el banco", dice valor.

¿Dónde se esconde un botín?

La anécdota la suele contar un viejo ladrón de bancos. Un delincuente que estuvo preso diez años, salió en libertad y cuando fue a desenterrar el tesoro que ocultó tras robar un blindado, se encontró con una sorpresa: los billetes estaban agujereados. "En otros casos, eran australes que con el cambio de moneda terminaron en la basura", recuerda el delincuente. 

"Robar no es lo difícil: lo difícil es dónde guardás el botín

“Robar no es lo difícil: lo difícil es dónde guardás el botín”. Esa máxima criminal pertenece a la Garza Sosa, uno de los líderes de la superbanda que en los años ochenta robaba bancos y camiones blindados. Es probable que el destino de los tesoros de los grandes robos sea el mayor misterio de la historia criminal argentina. Se estima que hay más de 100 millones de dólares ocultos -en distintos escondites- que fueron robados de bancos y camiones blindados. 

 Vittete Sellanes, el “hombre del traje gris” del robo del siglo. 

¿Dónde se ocultan los botines de los asaltos? El que responde es un viejo ladrón de bancos: “A veces, como en el Lejano Oeste, los ocultan bajo tierra. Conozco el caso de uno que enterró australes en un gallinero. Cuando salió de la cárcel los australes no corrían más, Se quería morir”. 

La Garza Sosa dice que un millón de dólares pesa 11 kilos. Foto: Diario Perfil.

Los robos más grandes

Pueden mencionarse cinco grandes robos a bancos en los que nunca se encontró el botín de cada uno de ellos. Uno de ellos fue ejecutado por el uruguayo Claudio Rubén Silva Silva, “el rey de los boqueteros”, que en 1976 robó con tres cómplices diez millones de dólares del banco Galicia de Marcelo T. de Alvear 670.

El 4 de enero de 1997, una banda de boqueteros se llevó 20 millones de dólares de 270 cajas de seguridad del Banco Crédito de Recoleta. Entre las víctimas estuvo Mirtha Legrand, a quien le robaron joyas. A uno de los clientes le robaron un sable de 150 años. Lo había heredado de su tatarabuelo. Como su valor era incalculable, le pagaron 100 mil pesos por daño moral y psicológico. En el robo al Banco Río, ocurrido el 13 de enero de 2006, según la Justicia se robaron 25 millones de dólares. 

Fernando Araujo, el “cerebro” y líder de la banda que robó el banco Río de Acassuso.

El robo del Banco Macro de Callao y Perón, a dos cuadras del Congreso, ocurrió entre el 6 y el 7 de marzo de 2010. Al menos ocho delincuentes vaciaron 99 cajas de seguridad y se llevaron unos 25 millones de dólares.  En el botín había dólares, euros, yenes, libras,  títulos de propiedad, joyas (entre ellas dos anillos de platino con brillante de medio kilate valuados en 10 mil dólares), bonos, armas antiguas y óleos. En enero de 2011, una banda de boqueteros robó 20 millones de dólares del banco Provincia de Cabildo y Echeverría, en Belgrano. Mirá el video que muestra cómo huyeron.

En total, si se suman los botines de esos cinco robos, se está ante una fortuna descomunal de 100 millones de dólares.

El millonario robo al Banco Macro, a dos cuadras del Congreso.

¿Por qué nunca aparecen los grandes botines? “Tarde o temprano, la Policía deja de buscarlos. Es probable que ocultar el botín sea más difícil que cometer el robo. El dinero siempre delata y termina mareando a los ladrones. Muchos de ellos caen por comprar autos y casas de lujo”, dijo una fuente policial. 

Una vez, cuando le preguntaron dónde guardaba la plata que robaba, el Gordo Valor respondió: “En el banco, dónde la voy a guardar”. Uno de los ladrones del banco Río guardó parte del botín en la heladera y en el horno. Años después, una escena similar se vio en Breaking Bad. La diferencia es que Walter White la guardaba adentro de un lavarropas. Tiempo después cosecha una montaña de dinero que guarda en una cuarto especial. 

En Breaking Bad, los lavarropas eran un buen refugio para los tesoros.

Según estimaciones, en la Argentina hay 700 mil cajas de seguridad en los bancos que contendrían unos 40 mil millones de dólares.

Escondites insólitos

El ingenio para ocultar dinero a veces puede casuar riesgos. Christie Black, de Tennessee, Estados Unidos, fue hospitalizada luego de que intentara sacarse 5.000 dólares de su cola.

Pero lo que hizo un jubilado de 80 años de Rufino, Santa Fe, es insólito: guardaba 500 mil dólares , según él los ahorros de toda su vida, y joyas adentro de una garrafa. Acusó a su empleada doméstica de haberle robado la garrafa.El fiscal de turno pidió el allanamiento de la casa de la mujer y la policía encontró la garrafa, que tenía 450.958 dólares, 141.731 pesos y una gran cantidad de joyas. No se sabe es si guardaba la plata porque no confiaba en las cajas de seguridad de los bancos o porque era plata sucia.

El dinero y las joyas que guardada en garrafas.

Fernando Araujo, el líder de la banda que robó el banco Río, dice que la mejor forma de esconder un botín es enviándolo a Europa. “Hay un sistema que e llama cable negro a través del cual se puede mandar dinero sucio que en Europa recibe un testaferro”, dice otro ladrón.

La montaña de dinero sucio, otra escena emblemática de Breaking Bad.

Para Silva Silva,  con la plata robada se puede hacer cualquier cosa menos ponerla a nombre de un testaferro. “Porque te la roban. Yo la tuve toda pero la perdí y la gasté”. “Yo siempre la guardaba bajo tierra, en el campo de mi abuela”, dijo un ladrón retirado que pidió reserva de identidad.

“Yo siempre la guardaba bajo tierra en el campo de mi abuela

Lo que probablemente nunca se sabrá es dónde fue a parar el botín de tres millones de dólares que robó el empleado bancario Mario Fendrich.

El dice que no le quedó anda. Atendió una parrilla y ahora un kiosco. Dice que es pobre y que apenas llega a fin de mes. ¿Habrá que creerle o es que olvidó dónde escondió el dinero?