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De crimen a fiesta: los cambios de la mansión Puccio y otras casas del horror

En la casa de San Isidro donde la familia Puccio secuestraba y mataba empresarios, se organizan fiestas. Del departamento de Nisman al caserón de Barreda. Las casas de la muerte.

por Rodolfo Palacios

04 Octubre de 2016 18:45
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La casa maldita no podía ser alquilada. Era como si un maleficio hubiese caído sobre ella. Los que averiguaban por el cartelito de alquiler que habían puesto en la fachada de Martín Omar y 25 de Mayo, en San Isidro, se llevaban una desagradable sorpresa cuando el agente inmobiliario les decía la verdad oculta: “Esta es la casa de los Puccio”.

Los interesados salían despavoridos.

La Familia Puccio. Sobreviven tres: Maguila, Epifanía y Adriana.

El sótano de la muerte

En el sótano de esa casa, de 1982 a 1985, Arquímedes Puccio y sus hijos Alejandro y Daniel secuestraron empresarios y los mantenían cautivos en la bañera del primer piso y en el sótano de su casa. Mataron a tres de las víctimas. Más de 30 años después de los asesinatos del siniestro clan, y a poco más de un año de la Pucciomanía (La película El Clan de Pablo Trapero y la serie Historia de un clan de Sebastián Ortega y su hermano Luis), la famosa casa de la familia más famosa del crimen argentino vive una metamorfosis: según La Nación, es alquilada para eventos y fiestas privadas. 

El sótano donde mantenían cautivas a las víctimas.

"La idea es darle otra onda, cambiar la mala energía". Con ese lema, el 8 de julio se organizó una fiesta a través del estudio de diseño Werkplatz. "Es mentira, no organizamos fiestas. Tenemos una casa de diseño. Sólo se hizo un festejo pero privado. Jamás lucraríamos con algo así", dijeron a BigBang desde Werkplatz. 

El siniestro portón por el que pasaban las víctimas de los secuestros.

En pleno furor por el caso Puccio, muchas personas iban hasta la puerta de la casa para sacarse fotos. 

Por esta escalera caracol subían a los secuestrados con los ojos tapados y las manos atadas.

Puccio murió a los 82 años en La Pampa, en 2013. Pasó sus últimos años en una pensión de mala muerte. Nunca se arrepintió de sus crímenes y tenía una lista con los nombres y las fotos de sus enemigos, entre ellos jueces, fiscales, policías y familiares de las víctimas. “Espero que cuenten la verdad, mi verdad: todo lo hice por la Patria y por mi familia”, dijo cuando se enteró de que Trapero iba a hacer una película.

El villano Puccio. Foto: Nacho Sánchez.

Las otras casas del horror

El departamento donde vivió Alberto Nisman hasta el 18 de enero de 2015, día en que fue encontrado muerto de un tiro en la cabeza, se puso en alquiler este año. Quien quiera vivir en ese lugar donde pasó su última noche el fiscal del Caso AMIA y hasta ayer desfilan peritos y funcionarios judiciales, deberá desembolsar 43 mil pesos por mes. Hay dos inmobiliarias que lo comenzaron a ofrecer.

Nisman alquilaba ese departamento. "Se informa que el fiscal federal Alberto Nisman fue hallado sin vida el día domingo por la noche en su departamento del piso 13 de la torre Le Parc, en el barrio de Puerto Madero de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", fue el comunicado que por entonces fue difundido por el Ministerio de Seguridad.

Las llamadas “casas del horror” suelen ser ofrecidas a mejor precio que una “casa normal”. “El departamento de Nisman, si no hubiese pasado lo que pasó, se hubiese alquilado por mucho más, quizá 55 mil pesos”, dijo una fuente inmobiliaria.

Uno de los avisos publicados por una inmobiliaria. Fuente: La Nación.

El departamentos después de la escena del crimen.

Otra comparación. Fuente: La Nación.

El living, ya sin peritos.

Las casas del horror

En los Estados Unidos, una propiedad que fue escenario de un asesinato suele ser vendida hasta un 30% menos. Por ética, en algunos estados se exige que se le notifique al comprador que ahí mataron a una persona. En la Argentina no todos lo hacen. Algunos alquilan o venden la propiedad sin avisar que ahí se cometió un asesinato. Pero no todas las inmobiliarias avisan que la propiedad ofrecida fue escenario del horror. Eso ocurrió en el edificio de Chacabuco al 500, en San Telmo, donde el 27 de marzo de 1998 el ex gerente de Techint, Ramón Da Bouza, fue asesinado por sus dos hijos. La inmobiliaria publicó un aviso en el diario en el que presentaba el departamento cuatro ambientes como una “oportunidad única”. La mujer que lo alquiló no supo que ahí habían matado a un hombre. Se enteró tiempo después, cuando encontró una bala incrustada en el piso de parquet y la cinta de “peligro” en el tacho de basura. A sus visitas no suele decirle el pasado sangriento de su hogar, al que ella no piensa abandonar porque ya se acostumbró a vivir ahí. “Ese departamento de tres ambientes hoy estaría en 5.500 pesos de alquiler, pero como hubo un crimen lo bajan a 3.500”, dijo un agente inmobiliario de la zona.

“Guarda que donde vos laburás está el fantasma de un empresario asesinado”, le dijo el portero a la empleada doméstica. La chica se fue llorando y no volvió nunca más.

“Guarda que donde vos laburás está el fantasma de un empresario asesinado”

En La Plata, la casa de la calle 48 entre 11 y 12 es una especie de paso obligado para los curiosos. El 15 de noviembre de 1992, el odontólogo Ricardo Barreda mató a escopetazos a su esposa, a su suegra y a sus dos hijas. Luego fue al zoológico porque lo relajaba ver jirafas y elefantes, y a la noche tuvo sexo con su amante en un hotel alojamiento. En la casa de La Plata siempre aparecen pintadas contra Barreda, a quien supuestamente su mujer y sus hijas llamaban "conchita”. Una vez alguien intentó comprar esa casa, que está valuada en 500 mil dólares. Al final fue expropiada y será un centro de atención a las víctimas de la violencia de género. “Es insólito, pero unas diez personas quisieron alquilarla”, contó una fuente judicial. La casa es una especie de museo del horror: cuando se abrieron sus puertas para una inspección judicial, dicen que  un funcionario se llevó en su valija un palto y un tenedor para tener de recuerdo.

La casa de La Plata donde Barreda mató a las cuatro mujeres. 

La extraña y polémica fascinación de algunos curiosos por Barreda llevó a que el múltiple asesino fuera filmado cuando va de compras o viaja en subte. 

Barreda tomando la línea D de subte, desde Belgrano al microcentro. Cuando sale a caminar, algunas personas le piden autógrafos o se sacan fotos con él. Unas pocas lo insultan o le dan vuelta la cara. 

Barreda viajando en colectivo:

El PH satánico

Cualquiera que pase por la calle Manuela Pedraza al 5800, en Saavedra, verá un PH blanco. A simple vista, eso no dice anda. Pero el 27 de marzo de 2000, en esa casa, Juan Carlos Vázquez fue asesinado de 100 puñaladas. Se lo llamó “el caso de las hermanas satánicas”. Sus dos hijas fueron detenidas. Una de ellas, al parecer, no tuvo nada que ver y sólo fue testigo. Los dueños se ocuparon de limpiar el espantoso cuadro a baldazos de agua con lavandina. Estuvieron cinco días para sacar todas las manchas. Nunca pudieron alquilarla.

La casa maldita donde se cometió el crimen satánico de Saavedra.

El ex futbolista David Beckham no tuvo reparos en comprar la mansión en Miami donde vivió el diseñador Gianni Versace hasta 1997, cuando fue asesinado. Hace un año la compró en 75 millones de dólares. El día que la venda quizá la casa se revalorice. O todo lo contrario. 

La mansión de Versace fue disputada por ricos y famosos.

“Hay personas que tienen un morbo increíble. Y cuando alquilan una casa donde hubo un asesinato reciben visitas y les hacen el tour criminal”, dijo una fuente policial. ¿Alguno de ustedes está dispuesto a alquilar una casa del horror? Se escuchan ofertas.

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