El 24 de agosto, el abogado que representa a Cinthia García solicitó la “inmediata detención” del locutor de la radio Rock And Pop Alejandro “Pollo” Cerviño, quien lo denunció por “abuso sexual infantil gravemente ultrajante agravado por el vínculo” a su hijo de ocho años. Días después de la denuncia, la mamá reveló lo que declaró su hijo en la Cámara Gesell.
“Lo que cuenta el nene es que cuando él (Pollo Cerviño) me llevaba agua a la cama, sacaba de una cajita y me ponía, lo que el nene decía, 'anestesia'. El nene tenía miedo de dormir solo, decía que había un hombre malo que lo molestaba a la noche entonces quería dormir conmigo”, afirmó García en el programa Poco Correctos, de El Trece.
Y agregó: “Dormía en la cama conmigo, pero después (Pollo Cerviño) me lo sacaba de mis brazos por lo que él me ponía. Lo arrancaba de mis brazos para sacarlo del hogar familiar”. Asimismo, señaló que el hijo detalló la casa, los muebles y hasta la decoración de cuando ocurrían los hechos de abuso.
Por otro lado, comentó el momento previo a que declarase en la Cámara Gesell: “Una vez que él entendió y que le expliqué lo que era la perimetral por violencia, que se lo explique muy amorosamente: 'Papá, está nervioso. Necesita tiempo solo, por unos días no nos vamos a ver'. Él ahí dijo: 'Esta es mi oportunidad' y empezó a contar. Fue ayudado a poder verbalizar con técnicas especiales porque solo tenía cinco años”.
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“Él después de tres años volvió a relatar lo mismo. Un niño de esta edad no puede sostener una mentira por tanto tiempo y recordar lo mismo que antes. Además, él dio más detalles y contó cómo eran los lugares, la música y las sensaciones que tuvo”.Por otro lado, contó la cantidad de horas que declaró su hijo: “Además, en la Cámara Gesell estuvo tres horas ante adultos. Un nene de su edad no puede sostener una mentira ahí, con los nervios y en un ambiente que él no está cómodo. No puede sostener un relato que no haya vivido”.
La denuncia fue realizada ante la Justicia de Quilmes, luego de tres años de que sucedieron los hechos. Las sospechas comenzaron cuando García empezó a notar cambios en la actitud de su hijo: “Al principio, noté diferencias muy sutiles en su comportamiento. No había lesiones evidentes por abuso, solo comportamientos extraños y una gran tristeza”.
“Llegué a pensar que tal vez algo estaba sucediendo en la escuela, pero nunca imaginé que se trataría de algo tan grave. Comencé a llevarlo a sesiones con una psicóloga y una psicopedagoga para tratar de comprender lo que le estaba sucediendo. Pasaron dos años hasta que finalmente pude confirmar mis sospechas”, la madre detalló que su hijo empezó a romper juguetes, llegando a sospechar que le estaba sucediendo algo de mayor importancia.
Por otro lado, comentó el accionar que adoptó Cerviño ante la situación: “Durante esos dos años de investigación, él se opuso constantemente. Incluso cuando se emitió una orden de restricción, seguía interfiriendo en la asistencia psicológica de nuestro hijo. Fue una lucha constante para finalmente asegurar que recibiera el tratamiento necesario”