26 Enero de 2024 13:23
A horas de que un sicario ingresara al bar Rondó de Rosario, dejara una nota y gatillara contra los clientes tres veces sin que salieran los disparos, otra acción de amedrentamiento narco se vivió en la ciudad santafesina. En esta oportunidad, un tirador que se movía en moto antes de las 22 del jueves, atacó con cuatro impactos a un camión de basura de la empresa Limpar y luego soltó el mismo mensaje mafioso que en el local gastronómico.
"Dejen tener vicita (sic) a los de alto perfil", rezaba el texto que quedó como nueva evidencia de la intimidación pública que ejercen los grupos narcos en la ciudad y que dejó el sicario que se transportaba en un vehículo que presuntamente era de 110cc, en la intersección del pasaje Ludueña y la calle Carriego.
Si bien el caso es investigado por el fiscal César Cabrera de la unidad de Flagrancia del Ministerio Público de la Acusación, las versiones que suenan en el Poder Judicial deslizaron que la causa se unirá con las otras de intimidación pública que se dieron en Rosario desde el fin de semana.
Lo cierto es que el ataque prendió una luz de precaución entre los operarios de la recolección de residuos, en el marco de amenazas de que iban a comenzar a asesinar trabajadores municipales para que el flamante gobernador Maximiliano Pullaro desista de perseguir con la Justicia a los grupos narcos locales.
Es por eso que durante este viernes a la mañana, la conducción del sindicato de los recolectores mantuvo una reunión con autoridades del Ministerio de Seguridad provincial, con el fin de llevar tranquilidad, tras una noche en la que los trabajadores del área interrumpieron sus servicios debido al hecho.
Lo más impactante del caso es que el mensaje sea el mismo que habían dejado horas atrás en el local gastronómico donde gatillaron sin que salgan los disparos. Según la investigación, estos mismos tiradores antes habían disparado a un Ford Focus en Arribeños al 1100, a sólo seis cuadras del bar, mientras el dueño del vehículo cambiaba un neumático.
El ida y vuelta entre los grupos narcotraficantes y Pullaro comenzó desde que este asumió su gestión el 10 de diciembre. Aunque justo antes de que comenzaran estos ataques, el mandatario provincial había hecho una fuerte advertencia: "Quiero dejar un mensaje claro a quienes creen que desde la cárcel nos van a amenazar, cada día la van a pasar peor".
Luego de eso las amenazas comenzaron a salir de abajo de la alfombra. Primero fue el sábado la nota que dejaron frente la sede de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). "Dejen de molestar, atte: Los Tripi", escribieron allí, luego de abrir fuego contra el edificio. La banda mencionada es la que dirige el narcotráfico en la zona del Fonavi Parque Oeste, mismo barrio del ataque.
El lunes, otro sicario tiró dos disparos contra un colectivo, en el cual arrojó otro mensaje escrito a mano y en papel, debajo de una de las puertas: "Pullaro, basta. Pabellón 1, 2, 3, 4 de Piñero. Turco Azum, 6 sur Coronda", decía allí.
El nombre puede referirse a dos detenidos: Roberto y Yalil Azum, ambos presuntamente relacionados a una asociación ilícita que estaría vinculada al lavado de dinero del narco, con relaciones con quienes conducían la barra brava de Newell's Old Boys. El mismo mensaje dejaron tras seis tiros contra un local comercial de una estación de servicio de Avellaneda y 27 de Febrero, esta vez escrito en un cartón.
Las internas entre narcos también se manifestaron en esta ola de ataques con mensajes. "Lamparita Funes. Dejá de trabajar con la TOE, matar a colectiveros y atentar contra Pullaro. Pedazo de otario, parate de manos con la verdadera mafia", afirmaba el mensaje que dejaron en tres lugares distintos: un centro de salud de barrio Rucci, una escuela de barrio Refinería y otra biblioteca de la zona oeste de la ciudad. El destinatario, de nombre Lautaro, pertenece al clan Los Funes, y es uno de los condenados por asociación ilícita y venta de droga de su familia.